Roma, 11 jun (.).- El Gobierno italiano insistió este sábado en que la economía del país crecerá un 3 % en 2022 y no entrará en recesión, a pesar de las tensiones en los mercados, la incertidumbre por la guerra en Ucrania y la elevada inflación.
"Italia crecerá un 3 % en 2022", dijo el ministro de Administraciones Públicas, Renato Brunetta, en un acto, en el que pidió dejar a un lado el "catastrofismo".
Brunetta recordó que en el primer trimestre del año la economía italiana creció un 0,1 % respecto al último trimestre de 2021, a pesar de que las previsiones apuntaban a un retroceso, y que el Banco de Italia dijo el viernes que espera que el producto interior italiano (PIB) avance un 2,6 % en 2022.
"La producción industrial va bien, las exportaciones van bien. Ya tenemos un 2,6 % para 2022, si el resto de trimestres no hay crecimiento. Pero si, como se espera, en los próximos trimestres la economía avanza, estaremos en torno al 3 % a final de año", zanjó.
El Banco de Italia apuntó el viernes a que la economía italiana crecerá un 2,6 % en 2022 respecto al año anterior y la inflación se disparará un 6,2 % interanual, aunque advirtió de que un recrudecimiento de la guerra en Ucrania podría provocar el estancamiento económico e incrementar la inflación hasta el 8 %.
Por otra parte, Brunetta también se mostró en contra de aprobar en Italia un salario mínimo, tras el acuerdo provisional político alcanzado esta semana en la Unión Europea (UE), y afirmó que corre el riesgo de convertirse en una especie de subsidio al desempleo, mientras que lo realmente eficiente, en su opinión, sería potenciar la contratación y mejorar los salarios.
Italia es uno de los seis países de la Unión Europea (UE) -junto con Austria, Chipre, Dinamarca, Finlandia y Suecia- que no tiene un salario mínimo, sino que se fijan mediante la negociación colectiva nacional, y esto provoca una gran proliferación contractual.