Berlín, 21 mar (.).- El instituto económico alemán Ifo pronostica para este año un retroceso de la economía alemana del 0,4 %, un 0,1 % más de lo que apuntaba en sus últimas previsiones de primavera.
Para el año que viene, los expertos prevén un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,5 %, algo menor que el 1,7 % pronosticado anteriormente.
En tanto, la inflación descenderá lentamente del 6,9 % en 2022 al 5,8 % este año y al 2,1 % en 2024.
"La economía alemana está saliendo de la recesión muy lentamente", señaló Timo Wollmershäuser, jefe de análisis económico del Ifo.
Agregó que debido a la elevada inflación, el consumo privado bajará este año un 1,7 % y sólo volverá a crecer en 2024, un 2,2 %.
Las inversiones en construcción se contraerán aún más rápido: después de retroceder un 1,8 % el año pasado, este lo harán un 2,2 % y el que viene, un 3,2 %.
La subida de los precios de la construcción se está frenando sólo lentamente y los tipos de interés de los préstamos seguirán altos, lo que reducirá aún más la demanda de servicios de construcción.
El sector manufacturero previsiblemente seguirá aumentando moderadamente su producción gracias a la elevada cartera de pedidos y a medida que vayan desapareciendo los cuellos de botella en la cadena de suministros volverá a crecer con mucha más fuerza.
La cifra de desempleados aumentará ligeramente en un primer momento, de 2,42 a 2,55 millones, para volver a bajar el año que viene a 2,45 millones, lo que equivale a una tasa de desempleo del 5,3 % en 2023 y del 5,5 % en 2024, tras el 5,3 % del año pasado.
Al mismo tiempo, el número de personas con empleo pasará de 45,57 millones a 45,95 este año y alcanzará en 2024 los 46,07.
El nuevo endeudamiento público bajará de 106.000 millones de euros en 2022 a 69.000 millones este año y a 27.000 millones el que viene.
Por contra, el superávit por cuenta corriente de Alemania con el exterior aumentará notablemente, de 145.000 millones a 232.000 millones de euros este año, y el que viene, incluso a 269.000 millones.
Esto equivaldría el 6,3 % del PIB, por encima del umbral del 6,0 % recomendado por la Unión Europea.