MADRID, 15 jun (Reuters) - España defendió el martes un nuevo sistema para limitar el precio del gas y el carbón para la generación de energía, afirmando que la medida hace que los precios sean más bajos de lo que habrían sido de lo contrario, ya que el calor extremo del verano avivó la demanda de aire acondicionado.
En el marco del nuevo sistema, España y Portugal han empezado a subvencionar temporalmente los costes de energía de las centrales de combustibles fósiles, en un intento de reducir los altos precios a corto plazo, al tiempo que se mantiene un enfoque a más largo plazo en la construcción de capacidad renovable.
Los Gobiernos europeos están teniendo dificultades para gestionar el aumento de los precios del gas y la electricidad, que se ha visto impulsado por la invasión rusa de Ucrania.
La electricidad para el día siguiente cotizaba el martes, primer día de entrada en vigor del nuevo sistema, a 165 euros por megavatio hora en el mercado mayorista español, un 23% menos que el día anterior, según informó el Ministerio de Energía y Medio Ambiente en un comunicado.
Sin embargo, el coste de pagar a las centrales de gas la diferencia entre el precio de mercado y el nuevo precio limitado elevó el coste real a 225 euros por megavatio hora.
Esto se debió al hecho de que la generación eólica es más baja, y la generación de gas, más cara, tendrá que aumentar el miércoles hasta su máximo en un año, dijo el Ministerio en un comunicado.
Según el Ministerio, sin el nuevo mecanismo, el precio de la electricidad al por mayor habría sido de unos 240 euros por megavatio hora el miércoles, casi un 7% más que el coste real.
Los consumidores españoles están más expuestos que los de muchos otros países a las oscilaciones de los mercados energéticos porque muchos de ellos compran la energía con contratos vinculados a los fluctuantes precios mayoristas.
El sistema estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023.
El Ministerio de Energía y Medio Ambiente afirmó que el sistema sigue siendo "eficaz" para reducir los precios de la electricidad, limitar los beneficios inesperados de las compañías eléctricas y actuar como "cortafuegos" contra los altos precios del gas.
(Reporte de Isla Binnie y Corina Pons; Edición de Mark Heinrich, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)