Por Andrea Shalal y Fransiska Nangoy
NUSA DUA, Indonesia, 15 jul (Reuters) -Los dirigentes financieros del G20, reunidos en Bali, deben avanzar en la resolución de las amenazas económicas mundiales provocadas por la guerra de Rusia en Ucrania o las consecuencias humanitarias serán catastróficas, dijo el viernes el país anfitrión, Indonesia.
Algunos ministros occidentales criticaron a los representantes rusos que asisten a las conversaciones, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que la "guerra brutal e injusta" de Rusia era la única responsable de la crisis económica a la que se enfrenta el mundo.
La invasión rusa de Ucrania, que el Kremlin califica de "operación militar especial", ha dominado las últimas reuniones del G20, incluida la de la semana pasada de ministros de Asuntos Exteriores.
El ministro indonesio de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, dijo que el mundo tenía grandes esperanzas de que el grupo pudiera encontrar una solución a la amenaza de la guerra, el aumento de los precios de las materias primas y los efectos indirectos en la capacidad de los países de bajos ingresos para pagar la deuda.
"Somos muy conscientes de que el coste de nuestra incapacidad para trabajar juntos es mayor de lo que podemos permitirnos. Las consecuencias humanitarias para el mundo, y especialmente para muchos países de renta baja, serían catastróficas", afirmó.
Entre los miembros del G20 se encuentran países occidentales que han impuesto sanciones a Rusia y la acusan de crímenes de guerra en Ucrania —lo que Moscú niega—, así como naciones como China, India y Sudáfrica, que han sido más discretas en sus respuestas.
Sri Mulyani instó a los miembros del G20 a "construir puentes entre ellos" para tomar más decisiones técnicas y acciones concretas.
También pidió un foro conjunto en el que participen los ministerios de finanzas y de agricultura del G20, para que se adopten medidas concretas de cara a la creciente inseguridad alimentaria y a la incipiente crisis de suministro de fertilizantes.
El viceministro indonesio de Finanzas, Wempi Saputra, dijo a Reuters que las discusiones del viernes fueron productivas y que los miembros no abandonaron la reunión durante el discurso de Rusia, como había sucedido anteriormente.
El viceministro ruso de Finanzas, Timur Maksimov, asistió a las reuniones en Bali, mientras que el ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, participaba virtualmente en ese momento, según una fuente conocedora del asunto.
"No es ningún secreto que se hicieron declaraciones muy francas (en la reunión), pero lo importante es que nos encontramos en un momento de enorme angustia y perturbación en nuestra economía mundial, así como en nuestro contexto geopolítico", dijo a Reuters Achim Steiner, administrador del PNUD, que asistió a una de las sesiones.
Wempi dijo que el grupo aún está discutiendo la posibilidad de emitir un comunicado para esta reunión.
Sin embargo, los países occidentales han dicho en repetidas ocasiones que las reuniones del G20 no se pueden desarrollar con normalidad debido a la presencia de Rusia.
La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, dijo a los representantes rusos que los consideraba personalmente responsables de los "crímenes de guerra" cometidos durante la guerra de Rusia, según dijo un responsable occidental a Reuters.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, abandonó una de las sesiones de la reunión del G20 con sus homólogos en Bali la semana pasada, tras lo que calificó de "críticas frenéticas" a su país por la guerra. Esa reunión terminó sin un comunicado ni anuncios de acuerdos.
El comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, dijo a través de una videoconferencia que la economía mundial se enfrenta a un "gran revés" a causa de la guerra.
"La mayoría de los riesgos clave para las perspectivas mundiales —el aumento de los precios de las materias primas, la escasez de alimentos y las interrupciones prolongadas de la cadena de suministro— dependen de la evolución de la guerra iniciada por Rusia".
Yellen dijo que uno de sus principales objetivos era presionar a los acreedores del G20, incluida China, para que concluyan el alivio de la deuda de los países con problemas de endeudamiento.
(Reporte de Fransiska Nangoy y Stefanno Sulaiman, Andrea Shalal en Nusa Dua; edición de Martin Petty, Ed Davies y Michael Perry; traducción de Flora Gómez)