Sara Muñoz
Madrid, 25 mar (.).- La compañía de micromovilidad Lime vaticina un 2023 "de oportunidades", tras romper récords en el último año, cuando su rentabilidad en España se disparó un 129 % pese a la inflación y la crisis energética, y confía en que las próximas elecciones municipales dejen abierta la puerta de nuevas ciudades.
En una entrevista con EFE, la directora general de Lime España y Portugal, Elena Menéndez, basa en la inversión, la innovación y, sobre todo, el aprendizaje, el éxito de una empresa que ha llevado sus bicicletas y patinetes eléctricos a unas 250 ciudades del mundo, y que quiere seguir creciendo (y contratando) en territorio español.
De acuerdo con la compañía, fundada en EE. UU. en 2017, los resultados de 2022 fueron los mejores de su historia, con un récord de facturación bruta de 466 millones de dólares (unos 433 millones de euros al cambio actual), un 33 % más en términos interanuales, y un ebitda ajustado de 15 millones de dólares (14 millones de euros).
Según sus datos, cada segundo se produjeron alrededor de cuatro viajes en todo el mundo con Lime, que presume de ser "la primera compañía de micromovilidad en conseguir rentabilidad anual", y que suma más de cuatro millones de usuarios activos mensualmente.
UN USUARIO JOVEN Y TRABAJADOR EN ESPAÑA
Sólo en España, la cifra de negocio aumentó un 37 % durante el pasado ejercicio, un incremento idéntico al del total de viajes, mientras que la flota subió un 59 %, hasta las 4.000 unidades, en su mayoría, patinetes.
Según los algoritmos, el perfil del usuario corresponde a un joven de 30-35 años, que utiliza el servicio para complementar los trayectos que realiza en transporte público para ir a trabajar más que por ocio.
La plataforma, que no subió los precios, tuvo más de 430.000 usuarios activos en 2022, periodo en el que se recorrieron más de tres millones de kilómetros con sus patinetes y bicicletas.
"(2022) Ha sido mejor incluso de lo que nos planteábamos", presume Menéndez, que tras crecer en el universo "start-up" aterrizó en Lime en el verano de 2018, coincidiendo con el desembarco de la firma en España, y que ha desempeñado diferentes cargos hasta situarse, el pasado mayo, a los mandos de España y Portugal.
CINCO MILLONES DE INVERSIÓN EN ESPAÑA ESTE AÑO
El término "eficiencia" se repite durante la charla, y es que la clave ha sido "optimizar" recursos en mitad de un contexto difícil, marcado por los altos precios de la energía, un contratiempo para un modelo de negocio que depende de la electricidad.
"Nuestra factura de la luz este verano se duplicó. Pero somos un sector estacional, tenemos más uso en verano que en invierno, por lo que ese efecto lo vivimos en nuestro mejor momento", explica Menéndez.
Para Lime, presente en Madrid, Alcobendas, Sevilla y Málaga, 2023 será "decisivo" en España, donde esperan repetir la inversión del último ejercicio, en torno a cinco millones, y se marca una fecha en el horizonte, el próximo 28 de mayo.
"Con las elecciones municipales, si hay un cambio de gobierno, ciudades que hasta ahora eran más reticentes (a la entrada del patinete) como Valencia, Barcelona, Alicante o Palma de Mallorca, pueden cambiar de opinión", sostiene Menéndez, que recuerda que todas se interesaron en su momento.
Pero la "campaña negativa" y el revuelo en torno a este sistema de micromovilidad frenaron su penetración.
"Hemos trabajado mucho para demostrar que hemos venido para quedarnos, que esto es el futuro y que existe convivencia entre el peatón y el conductor", insiste la directora general de Lime España y Portugal, que admite que el sector todavía tiene como reto "quitar la imagen de desorden y peligrosidad" que rodea al patinete pese a su siniestralidad "tremendamente baja, sin accidentes fatales".
Con todo, y aun teniendo que "compartir carril con los coches" por la falta de infraestructura, Madrid figura en el "top 20" de ciudades con este servicio, que lideran Londres, París, Denver, Washington, Tel Aviv y Roma.
Es más, a partir del próximo 2 de mayo, la compañía, junto con Dott y Tier Mobility, será una de las tres autorizadas por el Ayuntamiento de Madrid para desplegar patinetes eléctricos de uso compartido, en su caso, los Generación 4 con los que opera en los principales centros urbanos.
Consciente de las oportunidades que ofrece el país, Lime "seguirá invirtiendo en España", indica Menéndez, que anticipa que se destinarán fondos a campañas de comunicación y también, "de seguridad vial", ya que uno de los requisitos del concurso era acercar esta movilidad, incluso, a las escuelas.
NO DESCARTAN MOTOS
Su particular apuesta por el patinete y la bicicleta eléctricos parece que continuará, al menos, un tiempo, y es que desplegar coches sigue sin entrar en los planes de la firma, que hace unos años realizó un piloto en San Francisco y comprobó "que la operativa se complicaba y el mercado necesitaba otros medios de transporte".
Sin embargo, "motos, podría ser", reconoce la máxima responsable en España y Portugal, "segura de que más adelante se investigarán más cosas".
También valora el acuerdo suscrito con Uber (NYSE:UBER), por el que el proveedor de movilidad incluye los vehículos de Lime en su aplicación.
Aunque desconoce si el futuro pasa por la integración de ambas, una opción que, personalmente, vería con buenos ojos "porque si unes dos empresas sólidas, el beneficio está asegurado", defiende que el objetivo de Lime ha sido y es "ser independientes y no requerir inversión".
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