Samarcanda, uno de los lugares clave de la Gran Ruta de la Seda, es una joya del legado cultural de Uzbekistán.
Este verano la ciudad acogió la 6ª edición del congreso internacional "Patrimonio cultural de Uzbekistán: Fundación del Nuevo Renacimiento", que reunió a participantes de 40 países.
Firdavs Abdukhalikov, es presidente de la Sociedad Mundial para el Estudio, la Preservación y la Divulgación del Patrimonio Cultural de Uzbekistán y destaca: "Desde hace seis años, nuestro principal objetivo es el estudio, la preservación y la promoción del patrimonio cultural de Uzbekistán. Por diversas razones, el patrimonio cultural de Uzbekistán acabó en varios países del mundo y nuestro objetivo es integrarlo en un solo catálogo. Es muy importante que la gente conozca nuestro patrimonio cultural".
Muchos objetos del patrimonio cultural de Uzbekistán se conservan en museos del extranjero. El proyecto "Legado cultural de Uzbekistán en las colecciones del mundo" recoge este legado en una colección de libros exquisitos. Hasta ahora se han publicado 60 álbumes. Uno de los últimos catálogos presentados en el Congreso es el del museo de arte islámico de Malasia, que exhibe un vestido sogdiano de seda del siglo VIII procedente de Uzbekistán.
Nurul Iman Rusli es el jefe adjunto de Conservación del Museo de Artes Islámicas de Malasia y apunta:"Es un vestido completo, es de seda y tiene decoraciones sobre las mangas y también por el cuerpo, no hay muchas instituciones que tengan un vestido completo. La mayoría sólo tiene piezas fragmentadas".
La ornamentación es uno de los elementos clave del patrimonio cultural de Uzbekistán. Cada forma y color tiene un significado preciso. En el pasado, la gente sabía exactamente cómo leer esos símbolos y ese conocimiento. Olvidado hoy en día vuelve a recuperarse en la "Enciclopedia de los Ornamentos". El proyecto sobre el legado cultural seguirá ampliándose con el lanzamiento que está ya previsto de más libros.
Elmira Gul, coordinadora de investigación del proyecto "Patrimonio Cultural de Uzbekistán" indica: "En el pasado, la gente daba cierto significado a estos patrones y se desenvolvía en este mundo, en el que cada forma tenía algún tipo de significado. Tenían una forma muy particular de comunicación. Creían que les protegía y que les traía suerte y buenos deseos. Ahora la gente lo ve sólo como un adorno, y nuestra tarea es recuperar la comprensión de toda la semántica de estas formas ornamentales".
Frederique Starr presentó su nuevo libro en Samarcanda, trata sobre dos grandes pensadores de Asia Central: Al Beruni, aclamado como el Da Vinci (EPA:SGEF) del siglo XI, e Ibn Sina, considerado por muchos como el padre de la medicina moderna.
"Estaban en constante competencia. Eran completamente diferentes, pero ambos eran genios. Sobre todo, estaban comprometidos con la razón", dice Star
Preservar y celebrar el patrimonio cultural de Uzbekistán es ahora una de las principales prioridades del país.