Lisboa, 1 ago (.).- El Novo Banco, heredero del quebrado Banco Espírito Santo (BES), ganó 266,7 millones de euros en el primer semestre de 2022, un 93,7 % más que en el mismo periodo del año anterior.
En un comunicado difundido hoy, la entidad explicó que esta cifra se debe a la mejora del producto bancario, que alcanzó los 571,5 millones de euros (un 16,9 % más), y al menor nivel de imparidades y provisiones, que alcanzaron los 19,8 millones de euros (un 77,8 % menos).
Destacó también "el sólido desempeño de negocio" con un incremento de la rentabilidad "a pesar del actual contexto macroeconómico", marcado por las "presiones inflacionistas y consecuente volatilidad de las tasas de interés, agravado por el conflicto en Ucrania".
El margen financiero se redujo en un 7,3 %, hasta los 268 millones de euros, lo que contribuyó a que el producto bancario comercial cayese un 2,9 % y se situase en 412,4 millones.
Los resultados de operaciones financieras disminuyeron hasta los 85,8 millones (-8,1 %), y los costes operativos crecieron un 2,2 %, hasta los 208,7 millones.
El banco liderado por António Ramalho -que deja el cargo este mes- señaló que el ratio de crédito moroso se redujo hasta el 5,4 % y que el crédito a clientes líquido ascendió a 24.300 millones de euros.
En cuanto a la solvencia, el ratio Common Equity Tier I se situó en el 11,8 %, mientras que las comisiones de servicios a clientes crecieron un 6,5 %, hasta los 144,4 millones de euros.
Novo Banco nació en agosto de 2014 tras la quiebra del BES y fue recapitalizado entonces con 4.900 millones.
En los siguientes años tuvo que recibir más de 3.320 millones de euros en inyecciones de capital, parte de los cuales procedieron de préstamos del Estado.
Estas inyecciones se han realizado a través del llamado mecanismo de capital contingente, un instrumento que se activa para hacer frente a las pérdidas derivadas de los activos problemáticos heredados del BES.
Este instrumento fue incluido en el acuerdo de venta con el fondo estadounidense Lone Star, que adquirió el 75 % del Novo Banco, mientras que el 25 % permanece en manos del Fondo de Reestructuración, un organismo público financiado con aportaciones del resto de bancos portugueses.
Tras años de pérdidas millonarias, la entidad registró su primer ejercicio con beneficios en 2021, cuando ganó 184,5 millones de euros.