Por Belén Carreño
MADRID, 15 jul (Reuters) - Tras varios reveses en diversas elecciones regionales, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, logró un infrecuente éxito parlamentario al obtener el apoyo del Congreso de los Diputados a tres proyectos de ley clave a última hora del jueves, reforzando su fuerza política a pesar de la galopante inflación del país, según varios analistas.
Tras su promesa de imponer impuestos extraordinarios a los bancos y a las empresas eléctricas, que se ha ganado el apoyo de la izquierda, el fortalecimiento de sus apoyos aumenta las posibilidades de Sánchez de, al menos, prolongar su mandato hasta finales de 2023.
Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, ha gobernado desde principios de 2020 en una coalición en minoría con el partido de izquierdas Unidas Podemos, teniendo que contar con el apoyo de grupos parlamentarios más pequeños, incluidos separatistas catalanes de izquierdas y nacionalistas vascos.
"El Gobierno venía claramente en una tendencia descendente. Veíamos desafección entre el votante socialista (...). La coalición venía deshilachándose. Creo que es una jugada o un movimiento que tiene efectos de movilización en la izquierda", dijo el politólogo Ignacio Jurado.
"Sánchez ha salido reforzado esta semana, más él que el Gobierno".
El Congreso de los Diputados aprobó el jueves por la noche un paquete adicional de medidas antiinflacionistas, que incluye una rebaja fiscal en la factura de la luz, un nuevo proyecto de ley de "Memoria Democrática" para hacer frente al legado de la dictadura fascista de Francisco Franco, y una reforma judicial que pretende desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional.
Los socialistas parecían estar contra las cuerdas, después de que el conservador Partido Popular obtuviera la mayoría absoluta en Andalucía, la región más poblada de España, en las elecciones regionales de junio.
Además, el aumento de la inflación, que alcanzó el 10,2% en junio, estaba erosionando el apoyo al Gobierno, mientras que la promesa de Sánchez de aumentar el gasto en defensa, en línea con los compromisos de España con la OTAN, provocó tensiones con los aliados de la coalición de gobierno.
Pero el anuncio sorpresa del martes de un impuesto temporal a la banca en 2023-2024 cambió el panorama.
"El Gobierno ha recuperado oxígeno tras el batacazo de Andalucía", señala Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III.
"Cara afuera parece que ha captado más la atención de su electorado. Del otro lado ha ayudado a limar aristas con Podemos y a cohesionar a sus socios parlamentarios".
Los expertos ven ahora a los aliados de Sánchez más inclinados a apoyarlo cuando el Gobierno se enfrente a su próxima gran prueba: la aprobación de los presupuestos generales del Estado de 2023, en un otoño que probablemente traerá tensión económica en un contexto de inflación galopante y de incertidumbre sobre el suministro energético de Europa.
(Reporte de Belén Carreño; edición de Andrei Khalip y Frances Kerry; traducción de Darío Fernández)