Túnez, 1 ago (.).- El presidente tunecino, Kais Said, denunció este lunes "varias infracciones" registradas en una auditoría sobre los créditos y donaciones recibidos por el país magrebí durante la última década de la transición democrática y que han provocado "pérdidas e intereses" a las arcas del Estado.
"En este contexto el presidente ha subrayado que la situación no puede continuar así e insta a poner fin y aquel que la ha causado deberá asumir su total responsabilidad porque al final es el pueblo el que paga la factura sin beneficiarse de las importantes sumas concedidas", señaló Presidencia en un escueto comunicado al término de una reunión con la primera ministra Nadjla Bouden.
El pasado mes de octubre Said ordenó una auditoría "detallada" de los créditos y donaciones recibidos desde 2011 con el fin de devolver el dinero a la ciudadanía en medio de una crisis económica sin precedentes y de la que hace responsable a la oligarquía política y financiera que, según él, monopoliza los recursos nacionales y desvió el proceso revolucionario.
"En este momento en el que estamos frente a una situación financiera difícil deberíamos saber qué ha ocurrido con las deudas del extranjero y los millones inyectados en Túnez y que no han tenido impacto en la población", declaró entonces el mandatario.
Said, que se arrogó plenos poderes hace un año para "preservar la paz social", aseguró que el país contará con sus propios recursos y aquellos fondos que logre recuperar y sólo recurrirá a la ayuda económica de los países que respeten su soberanía.
Asimismo propuso una amnistía fiscal, de la que podrían beneficiarse medio millar de empresarios implicados en casos de corrupción- a los que se les acusa de haber evadido hasta 4.000 millones de euros- a cambio de invertir en proyectos públicos de zonas desfavorecidas.
Túnez se encuentra en plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo crédito- el tercero de la última década- que según los expertos podría alcanzar los 3.600 millones de euros para hacer frente a una deuda pública récord que se ha visto agravada por la pandemia y la crisis de los cereales como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.