Jerusalén, 27 jul (.).- La agencia de calificación Standard & Poor's advirtió este jueves de que la controvertida reforma judicial que impulsa el Gobierno de Israel afectará negativamente al desarrollo económico del país, al vaticinar un crecimiento del 1,5 % ese año desde el 6,5 % de 2022.
La reforma judicial, impulsada por el Gobierno derechista de Benjamín Netanyahu con el objetivo de debilitar la independencia de la justicia y otorgar más poder al Ejecutivo, "seguirá perjudicando a la economía israelí", indica un informe de la agencia de medición de riesgo.
"A corto plazo esperamos que la persistente incertidumbre política se combine con un desempeño económico más débil con los socios comerciales clave de Israel en Europa y Estados Unidos, así como una política monetaria más estricta, lo que hará que el crecimiento económico israelí se desacelere al 1,5 % en 2023 desde el 6,5 % en 2022”, añade.
Este lunes, el Parlamento -donde la coalición gubernamental tiene mayoría- aprobó una de las leyes clave de la reforma judicial,ç en medio de multitudinarias manifestaciones de protesta que tuvieron momentos de violencia.
Además, grupos de la sociedad civil presentaron recursos ante el Tribunal Supremo contra lo que consideran una "ley inconstitucional", pues la legislación anula la doctrina de la razonabilidad, que permitía al Supremo revisar y revocar decisiones o nombramientos gubernamentales que considerara no razonables.
Ante la profunda polarización que generó la reforma, y el anuncio de nuevas protestas para este jueves, el presidente del país, Isaac Herzog ,llamó al consenso entre Gobierno y oposición, argumentando inminentes "daños sociales, económicos y de seguridad".
“Si el Gobierno y la oposición no logran un acuerdo sobre el tema, esto podría exacerbar aún más la confrontación política interna y afectar el crecimiento económico a mediano plazo", recalcó S&P.
En mayo, esa agencia mantuvo la calificación favorable de Israel en AA- con una perspectiva "estable", pero citó "riesgos políticos y de seguridad nacional y regional persistentes" como amenazas potenciales para la economía.
S&P revela su informe dos días después de que la agencia de medición de riesgo Moody´s advirtiera de un "riesgo significativo" para la estabilidad de Israel y "consecuencias negativas para la economía".
La agencia mantuvo la calificación "A1" y la perspectiva crediticia del Estado judío en "estable", después de reducirla desde la categoría de "positiva" en abril, citando un "deterioro del gobierno de Israel" y la polarización del país.
Netanyahu y su ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, minimizaron la postura de Moody's como "una reacción momentánea".
También el martes, la agencia Morgan Stanley (NYSE:MS) rebajó la perspectiva crediticia de Israel, señalando que el gobierno ha reafirmado la trayectoria de su economía en una dirección que probablemente asuste a los inversores, y pronosticó que el shekel continúe depreciándose.
Desde que el Gobierno anunció su reforma judicial en enero, cientos de economistas, expertos y ejecutivos en Israel y el extranjero han advertido de que la reforma conducirá a una fuerte caída de la inversión extranjera debido a la falta de estabilidad.
El 68 % de las empresas emergentes de Israel ya han empezado a retirar reservas de efectivo, reubicar su sede fuera del país, trasladar empleados al extranjero y realizar despidos por los efectos inminentes de la reforma judicial, según un reciente informe de Start-Up Nation Central, que monitorea el sector.