Concepción M. Moreno
Río de Janeiro, 26 oct (EFE).- Buscamos paisajes de belleza insuperable, perseguimos aventuras nunca antes vividas, abordamos interminables caminatas o, simplemente, relajamos nuestros cuerpos bajo el sol en una playa paradisíaca... Pero ¿por qué no elegir un destino turístico a través de nuestro paladar?
Paladear un excelente tinto carmenere o tannat, degustar un buen plato de salmón, una bandeja paisa o cualquier variedad de mole o embriagarse con sabores cafeteros son algunas de las propuestas presentadas por los expositores de los países presentes en la 40ª edición de la ABAV-Feria de las Américas, que se clausura hoy en Río de Janeiro tras tres días de conferencias y presentaciones.
La idea de crear una "Aldea de los Sabores" como innovación dentro de ese escaparate turístico tuvo su raíz en la inquietud de generar alternativas a los viajes ya conocidos y de agregar "la gastronomía característica de los lugares" como un dato importante para visitarlos, según la organización.
Dos puestos exclusivos de comida y bebida, Río de Janeiro y México, han concentrado la atención de los visitantes, que podían degustar, por un lado, "bolinhos" rellenos de gambas o hechos con "feijoada" (el guiso de Brasil más conocido en el exterior) acompañados de una "caipirinha" y, por otro, las elaboraciones de los prestigiosos chefs mexicanos Betty Vazquez, de la zona de Riviera Nayarit, y Volker Romeike, de Baja California Sur.
Y mientras los acordes del tango rioplatense, los ritmos del estadio brasileño de Ceará (nordeste) o los de danzas tradicionales de Rapa Nui (Chile) ponían la banda sonora a los paseos por los tres pabellones de la feria, especialistas en el mundo del turismo podían saborear un tinto tannat en el "stand" de Uruguay, un carmenere en el de Chile o un cafecito entre coloridas artesanías de Colombia.
La delegación española, que fue diseñada para esta feria como el interior de cualquier taberna típica del país, guarda sus fuerzas gastronómicas para la "Tapas week", una convocatoria en la que varios restaurantes de Sao Paulo y Río de Janeiro presentan platos especiales a buenos precios como vitrina para los locales.
"A los brasileños les gusta experimentar. Les gusta el vino y comer bien. Además en Brasil tienen muchos chefs que han estudiado en España con los mejores, así que están acostumbrados a una buena gastronomía", relata a Efe Elvira Marcos, cónsul de España en Sao Paulo.
Los productos del mar, en especial el salmón, son la mejor carta de presentación para la gastronomía chilena, cuyos ceviches han sido ofrecidos en esta ocasión. Según explican fuentes del Ministerio chileno de Turismo, el valor añadido al resto de comidas de la región está en el uso de productos como quinoa o merken para aliñar los guisos.
Los 32 departamentos de Colombia permiten al viajero recorrer otros tantos platos diferentes, pasando por el ajiaco santafereño, la bandeja paisa, los ceviches costeros o los sancochos occidentales.
"La gastronomía forma parte de la experiencia turística de viajar a Colombia. Uno tiene la ventaja en este país de tener distintas experiencias en los mismos sitios", afirma Enrique Stellabatti, vicepresidente de Turismo colombiano.
Pero, sin duda, un país que ha hecho de la gastronomía el plato fuerte de su turismo es México, con la organización de 18 rutas por todos sus estados, que incluyen desde un recorrido por los viñedos de Baja California Sur a los "platillos con historia" de Querétaro y Guanajuato, pasando por los "mil sabores del mole" de Oaxaca o la "ruta del cacao" de Chiapas y Tabasco, detalla su oficina en la feria.
Un imitador de Elvis Presley recuerda, en el rincón de Las Vegas, que la ciudad de las luces, los casinos y los megahoteles es un buen destino para casarse, mientras los visitantes se fotografían sobre una Harley-Davidson con el fondo de una carretera estadounidense o delante del Congreso de La Habana en una suerte de paseo virtual.
Pero ninguna experiencia placentera llega tan directamente a nuestro interior como la gastronomía, así que dejemos que sea nuestro paladar quien escoja nuestras próximas vacaciones. EFE
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