Lisboa, 20 dic (EFE).- El Gobierno portugués está a punto de decidir la privatización de la aerolínea TAP, que estudia hoy el Consejo de Ministros luso y cuyo único posible comprador es el magnate brasileño-colombiano Germán Efremovich.
Las elevadas cargas de la compañía, calculadas, según los conceptos, entre 500 y hasta 1.200 millones de euros, hace que las cifras que se barajan en los medios lusos sobre el importe efectivo de la venta sean de unos 350 millones de euros, de los que apenas una décima parte acabarían en las depauperadas arcas del Estado.
Las críticas que ha recibido el proceso de privatización de la aerolínea, cuya suspensión pidió el principal partido de la oposición, el socialista, hacen a algunos expertos no descartar una posible paralización de la operación.
No obstante, Portugal se ve obligado a deshacerse de los pocas empresas que ya quedan en manos del Estado para cumplir las condiciones del rescate financiero que obtuvo en abril de 2011 de la UE y el Fondo Monetario Internacional, por 78.000 millones de euros.
Las medias de austeridad y saneamiento de las finanzas públicas que ha adoptado desde entonces el Ejecutivo del conservador Pedro Passos Coelho incluyeron la venta de los mayores activos del Estado en las empresas eléctricas REN y EDP, que fueron adquiridos por empresas estatales chinas.
El Estado luso también se deshizo de su participación en la petrolera Galp y solo tiene pendiente vender, en el capitulo de empresas importantes, la gestora de aeropuertos ANA.
Esta sociedad tiene varias ofertas formales de compra, incluida una de la Corporación América de Argentina, y su privatización podría ejecutarse la próxima semana por un valor en torno a 1.500 millones de euros.
En el caso de TAP, Synergy Group, el conglomerado de Efromovich que es dueño de Avianca y participa en otras aerolíneas, fue el único interesado que entregó, el pasado día 7, una oferta por la aerolínea.
Los valores de la propuesta no se divulgaron de forma oficial, pero Synergy aceptó la última condición impuesta hace pocas semanas por el Ejecutivo luso en la licitación, para obligar a que la compañía no vuelva a ser vendida en los próximos diez años.
Efromovich, en declaraciones a los medios lusos ha asegurado que su intención es potenciar la aerolínea e invertir en su crecimiento y el aumento de sus rutas.
La aerolínea lusa transportó a casi 10 millones de pasajeros en 2011 -su récord histórico- y es la operadora de referencia entre Europa y Brasil, donde cuenta con diez vuelos directos a otras tantas ciudades brasileñas desde Lisboa.
También tiene numerosas conexiones con ciudades españolas y europeas y vuela a varios países del Africa lusófona.
Durante los nueve primeros meses del año, acumuló unas pérdidas de 50 millones de euros, lastrada por los negativos resultados obtenidos entre enero y junio. EFE