Tokio, 11 jul (EFE).- El Banco de Japón inició hoy su reunión mensual de dos días, en la que se espera que mantenga los tipos de interés entre el 0 y el 0,1 por ciento y recorte ligeramente la previsión de crecimiento para este año fiscal a causa del terremoto y tsunami de hace cuatro meses.
Además de dejar los tipos en el bajísimo nivel en el que están desde el pasado octubre, se espera que el emisor nipón mantenga en 10 billones de yenes (87.157 millones de euros) el fondo de su programa de compra de activos, destinado a inyectar liquidez al sistema.
El comité monetario del Banco de Japón (BOJ) tiene previsto además revisar los pronósticos que hizo en abril sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y la inflación de Japón.
Según la agencia local Kyodo, el BOJ podría situar su estimación de crecimiento del PIB en este año fiscal entre un 0,1 y un 0,4 por ciento, por debajo del 0,6 por ciento que había pronosticado hace tres meses.
Se espera que la entidad mantenga invariable su previsión sobre la inflación, que cree aumentará un 0,7 por ciento tanto en el año fiscal 2011 como en el 2012.
En su reunión del mes pasado, el comité monetario del BOJ decidió establecer una línea de crédito de 500.000 millones de yenes (4.357 millones de euros) para los bancos e instituciones financieras japonesas, a fin de que faciliten créditos a industrias con potencial de crecimiento.
Esa línea fue una ampliación de un programa de préstamos aprobado en junio de 2010 con un valor inicial de 3 billones de yenes (26.147 millones de euros).
En la reunión anterior también indico que la economía de Japón estaba mostrando algunos signos de recuperación tras el devastador terremoto del 11 de marzo, al tiempo que apuntó a que en la segunda mitad del año fiscal 2011 podría volver a una senda de recuperación moderada.
La reunión de hoy se produce tras la publicación, el pasado 1 de julio, del informe trimestral "Tankan" del BOJ sobre coyuntura económica, que reflejó una fuerte caída de 12 puntos de la confianza empresarial japonesa a raíz de la catástrofe de marzo. EFE