Antonio Sánchez Solís
Viena, 19 sep (EFE).- Los mercados petroleros terminaron la
semana con un aumento de los precios en torno al 4 por ciento,
animados por varios datos que alientan la esperanza de que la crisis
económica está remitiendo, aunque aún lastrados por la generalizada
sensación de incertidumbre.
La semana comenzó a la baja, con las cotizaciones del "oro negro"
afectadas por el enfrentamiento comercial entre China y Estados
Unidos debido a los aranceles del país americanos a los neumáticos
chinos.
El martes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) revisó ligeramente al alza su anterior pronóstico sobre la
demanda mundial de crudo, al calcularlo en 84,05 millones de
barriles diarios (mbd) para este año y en 84,56 mbd para 2010.
Pese a lo leve de la revisión, es la primera vez desde hace más
de un año que el grupo energético mejora su perspectiva del consumo
de crudo.
Pero la buena noticia del día fue el dato de que en agosto las
ventas del comercio minorista estadounidense crecieron un 2,7 por
ciento, siete décimas más de lo que esperaban los analistas.
Un dato que ayudó a transmitir la sensación de que la economía se
recupera poco a poco de la recesión en la que está sumida y que fue
confirmado por una optimista declaración del presidente de la
Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, sobre la probabilidad de que la
recesión haya acabado ya en Estados Unidos.
Así, el crudo Texas de referencia en Estados Unidos se disparó un
3 por ciento y cerró a 70,93 dólares por barril.
Al día siguiente, el Texas sumó otro 2,2 por ciento tras hacerse
público que las reservas de crudo en EEUU bajaron en 4,7 millones de
barriles la pasada semana, lo que superó las previsiones de los
analistas.
No obstante el total, de 332,8 millones, siguió siendo un 9,8%
superior al del pasado año en la misma época.
Esos datos revelaron además que el volumen de combustibles y de
otros derivados sacados al mercado de EEUU en las últimas cuatro
semanas, algo que el mercado toma como una referencia del nivel de
demanda, se situó en una media de 19,5 millones de barriles diarios,
un 3,7% más que hace un año.
El barril de Brent europeo reaccionó también con entusiasmo y
subió un 6,4 por ciento en Londres, pasando la barrera de los 70
dólares, ante ese dato sobre la aparente recuperación de la demanda
de crudo en Estados Unidos, el mayor consumidor energético.
El final de la semana vio a los precios del "oro negro" perder
parte de lo ganado en las jornadas anteriores.
La recuperación de la cotización del dólar frente a la divisa
europea y otras monedas afectó al valor de las materias primas que
se negocian en la moneda estadounidense en los mercados
internacionales, como el petróleo.
Pese a que los datos favorables de empleo y del sector
constructor estadounidense animaron por momentos las sesiones, tanto
el Texas como el Brent se depreciaron de forma moderada, ante la
existencia aún de dudas, según los analistas, sobre la duración de
la crisis y la recuperación de la demanda.
Así, la sesión del viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York
(Nymex) terminó con el Texas a 72,04 dólares por barril, un 3,9 por
ciento por encima de la cotización de la semana anterior.
Por su parte, el barril de Brent alcanzó los 71,32 dólares en el
Intercontinental Exchange Futures de Londres, un 4,1 por ciento más
que el viernes anterior.
Respecto al "oro negro" de la OPEP, la cotización del jueves,
última dada a conocer, marcó los 70,27 dólares por barril, casi un 5
por ciento más que el precio registrado a principio de la semana.
EFE