Washington, 14 mar (EFE). La Reserva Federal se reúne el martes
para analizar su política monetaria con un dilema: cómo mostrar su
disposición a subir las tasas de interés sin causar una estampida
que atropelle la incipiente reactivación económica de EEUU.
El Comité de Mercado Abierto, que maneja la política monetaria
del país, divulgará sus decisiones y comentarios el martes a las
19.15 GMT en un comunicado que los mercados y analistas escrutarán
en busca de indicios sobre un futuro encarecimiento del dinero.
La atención de los inversionistas no se limita a la tasa de
interés de referencia, que la Reserva ha mantenido por debajo del
0,25 por ciento desde diciembre de 2008.
En el comunicado, los mercados también tratarán de desvelar los
pasos que el banco central dará para desmontar el andamio de medidas
financieras con las que ha sostenido a la economía de Estados Unidos
durante la peor recesión en siete décadas.
Desde diciembre de 2007, cuando comenzó la recesión, la Reserva
ha embutido aceleradamente más de un billón de dólares en la mayor
economía del mundo. Ahora debe retirarlos lentamente.
Se espera que en esta reunión los jerarcas de la Reserva decidan
poner fin a las adquisiciones de títulos respaldados por hipotecas.
Aunque el mercado inmobiliario se mantiene endeble, la economía
parece crecer a una tasa anual del 3 por ciento y hay indicios de
creación de empleos.
La especulación en los mercados de futuros se inclinaba esta
semana por un aumento de la tasa de interés en préstamos
interbancarios de corto plazo al 0,5 por ciento en noviembre o
diciembre.
La preocupación de los miembros del Comité de Mercado Abierto es
que una señal demasiado clara de que se aproxima el encarecimiento
del dinero empuje a los consumidores a la cautela, y a las empresas
a una retirada que anule la reactivación económica.
Por ahora el mantenimiento de bajas tasas de interés "por un
período extenso", como lo describe la Reserva, ha estabilizado el
mercado de bonos del Tesoro, cuyas turbulencias de 2008 inquietaban
a los inversionistas.
La confianza de que la Reserva continuará con esta política, al
menos por varios meses más, beneficia a las empresas y consumidores
en Estados Unidos ya que el rendimiento de los bonos de 10 años
sirven de referencia para una amplia variedad de préstamos.
Las diferencias de criterio entre los miembros del Comité han
salido a luz recientemente.
Thomas Hoening, presidente del Banco de la Reserva Federal de
Kansas City, indicó la semana pasada que él probablemente será el
voto disidente en la reunión del 16 de marzo, tal como lo fue en la
reunión de enero.
Hoening indicó que la Reserva debe estar lista para subir las
tasas de interés aunque se mantenga un elevado índice de desempleo,
pero Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de
Boston, opinó que las tasas actuales son "totalmente apropiadas".
"A pesar del uso agresivo por parte de la Reserva de instrumentos
de política tradicionales y no tradicionales, la economía se
recupera muy lentamente de una recesión muy grave", dijo Rosengren.
Richard Fisher, presidente del Banco de la Reserva Federal de
Dallas, recordó que la frase acerca del "período extenso" de tasas
bajas tuvo el apoyo de una mayoría significativa en el Comité.
"Yo no estuve a favor de esa frase desde el principio", comentó
Fisher. "Lo que importa son nuestras acciones más que nuestras
palabras. Pero operamos como un comité y la mayoría, una mayoría
significativa, acordó que se usaran esas palabras que señalan al
mercado que mantendremos las tasas bajas, porque nos preocupaba la
situación económica". EFE