Antonio Sánchez Solís
Viena, 13 mar (EFE).- Las sucesivas alzas y bajas fueron la
constante en la evolución del precio del crudo, en una semana en la
que las cotizaciones acabaron levemente a la baja y ante la
expectativa de que la OPEP mantenga sin cambios su nivel de bombeo
en la reunión que celebra el próximo miércoles.
Tanto el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, como
el Texas estadounidense cerraron el viernes con pérdidas moderadas
respecto a las cotizaciones de la semana anterior.
Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York
(Nymex), el Texas se cotizó a 81,24 dólares por barril, un 0,31 por
ciento más barato que el viernes anterior.
Por su parte, el Brent marcó al cierre de la semana un precio de
79,39 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures de
Londres, un 0,6 por ciento menos que la cotización de hace una
semana.
Esas leves pérdidas llegaron tras una inestable semana de
continúas alzas y bajas, en las que los precios del "oro negro"
reaccionaron a noticias de distinto signo.
Al comienzo de la semana, el anuncio de un plan franco-germano
para defender la tocada economía griega de los ataques especulativos
animó las compras de crudo y el alza de los precios.
Además, las positivas cifras de desempleo en Estados Unidos,
anunciadas la pasada semana, siguieron insuflando optimismo sobre la
recuperación económica y, en consecuencia, del consumo de crudo.
La alegría duró poco y el martes los precios bajaron ante el
fortalecimiento del dólar, lo que encarece las compras de petróleo.
Al día siguiente, las cotizaciones evolucionaron al alza ante el
anuncio de que las reservas de crudo en Estados Unidos subieron la
pasada semana en 1,4 millones de barriles, pero quedaron en una
cifra un 3,7 por ciento inferior al mismo periodo del año pasado.
Las reservas de carburantes y de combustible de calefacción
bajaron y los precios de esos derivados se encarecieron.
También influyó la revisión al alza que la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) hizo de las previsiones de consumo
de crudo en 2009 y 2010, que elevó hasta 84,36 y 85,24 millones de
barriles diarios, respectivamente.
En su informe mensual, el grupo con sede en Viena, sin referirse
explícitamente a la conferencia ministerial que celebrará el
miércoles, se mostró favorable a mantener sin cambios los niveles
actuales de producción del grupo.
El propio presidente de turno de la organización, el ecuatoriano
Germánico Pinto, aseguró que la actual estabilidad de los precios
"...es conveniente para los países que producimos petróleo".
Venezuela, otro de los socios de la OPEP, apostó también por
dejar las cosas como están y no modificar los niveles de producción.
En el tramo final de la semana, varios datos negativos empujaron
a la baja los precios del petróleo.
La subida de la inflación en China y su posible efecto en la
demanda de crudo, la caída de las importaciones en Estados Unidos y
el descenso de la confianza de los consumidores estadounidense se
aliaron para que las cotizaciones se depreciaran en las sesiones del
jueves y viernes. EFE