Fráncfort (Alemania), 4 nov (EFE).- El Banco Central Europeo
(BCE) mantendrá mañana los tipos de interés en la eurozona mientras
crecen los llamamientos en favor de medidas que frenen el ascenso
del euro en los mercados, perjudicial para la recuperación deseada.
En la reunión celebrada el mes pasado en Venecia, el consejo de
gobierno del BCE acordó también dejar como están los tipos, en el 1
por ciento, para "impulsar para impulsar la reactivación económica".
El BCE mantuvo asimismo inalterada la facilidad marginal de
crédito, por la que presta dinero a los bancos, en el 1,75 por
ciento, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero,
en el 0,25 por ciento.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, reiteró que ese nivel
de tipos es "apropiado", pues aunque hay indicios de estabilización
en la economía hay que seguir "alerta" y mantener la "cautela".
"Hay señales de estabilización en el segundo trimestre del año.
Hemos visto ya una salida de la caída libre que había caracterizado
a la economía global y europea en los últimos meses", dijo Trichet.
"Tenemos que tener en cuenta, sin embargo, la incertidumbre. Hay
que estar alerta y no decir que las dificultades pasaron", añadió.
Los economistas desean, sin embargo, que el BCE, cuyo objetivo
primero es la estabilidad de precios, preste más atención a lo que
está ocurriendo en mercado de divisas a la hora de hacer su análisis
de la situación y riesgos de la economía en la eurozona.
Trichet no ignora lo que está sucediendo en el mercado de cambio
y de hecho ha expresado su preocupación por "la debilidad del dólar"
y la "fortaleza del euro", una especie de "intervención verbal" que
no satisface del todo a los analistas.
"Un euro excesivamente fuerte no es bienvenido para la economía y
la inflación", declaró al diario Financial Times Deutschland el jefe
económico para la zona del euro de BNP Paribas, Kenenth Wattert.
El euro oscila actualmente en torno a los 1,48 dólares y a juicio
del analista jefe de Europa de la agencia de calificación Standard &
Poor, Jean-Michel Six, es muy probable que se sitúe en torno a los
1,80 dólares a mediados del año próximo.
"El mercado sabe que los tipos de interés en Estados Unidos se
mantendrán en niveles muy bajos -actualmente en el 0,25 por ciento-
y eso significa que el billete verde seguirá siendo durante un
tiempo la divisa favorita para endeudarse", explicó.
Cuando un inversor asume un crédito en Estados Unidos para
comprar acciones de las economías emergentes o materias primas,
presiona al dólar, en tanto que el monto del crédito puede ser
intercambiado por divisas en el mercado cambiario.
Un euro fuerte encarece las exportaciones de las empresas
europeas y amenaza con ello la recuperación económica que el BCE
quiere apuntalar con su política monetaria de tipos históricamente
bajos e inyecciones a granel de liquidez.
En el llamado "consejo a la sombra del BCE", grupo de economistas
que siguen muy de cerca la actuación de la autoridad monetaria, no
se espera que Trichet anuncie mañana, tras la reunión del consejo de
gobierno del BCE, decisiones en un sentido u otro.
"En los próximos tres meses no habrá decisiones sobre tipos", en
tanto que los indicadores que maneja el BCE se mantienen en los
mismos parámetros, especialmente en lo relativo a la inflación.
Para Gustav Horn, jefe de análisis del Instituto de Investigación
de la Coyuntura, el BCE debe estar preparado para una bajada de los
tipos de interés si el euro sigue su camino ascendente.
Según Horn, si la Reserva Federal estadounidense (Fed) mantiene
sus tipos sin cambios (todo indica que así lo hará), el BCE debe
reducir las tasas en la eurozona para reducir esa diferencia.
Los expertos consideran, sin embargo, que en el supuesto de que
el BCE se decida por una intervención en el mercado de divisas, lo
ideal sería que fuera en el marco de una acción coordinada que
incluyera a los bancos centrales asiáticos, especialmente al chino.
Muchos bancos centrales asiáticos compraron en las últimas
semanas importantes cantidades de dólares para apoyar sus divisas,
al tiempo que China mantiene desde hace meses constante su tasa de
cambio respecto del billete verde.
Paralelamente, los economistas esperan decisiones sobre el
desmantelamiento de las medidas de urgencia adoptadas por el BCE y
otros bancos centrales para afrontar la crisis, concretamente la
supresión gradual de las subastas de adjudicación plena.
"Los bancos se han echo adictos a los medicamentos de los bancos
centrales y poco a poco tienen que desengancharse", declaró Julian
Callow, de Barclays. EFE