Washington, 16 mar (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI)
instó hoy a México a llevar a cabo la reforma petrolera y a
disminuir los subsidios al consumo de la energía, para mejorar unas
cuentas públicas que están muy resentidas por la crisis.
En su análisis anual de la economía del país azteca, el organismo
mantuvo su previsión de crecimiento del cuatro por ciento para este
año y el 4,7 por ciento para el siguiente.
No obstante, a medio plazo las perspectivas son más oscuras, pues
el Fondo augura una vuelta a la aversión al riesgo, lo que elevará
el costo del capital en México.
El Consejo Ejecutivo del FMI aplaudió las reformas fiscales
adoptadas por el país, pero éstas no han resuelto sus problemas
presupuestarios, a su juicio.
"La disminución estructural de los ingresos petroleros y las
crecientes presiones sobre el gasto corriente continúan siendo retos
críticos", afirmó el Consejo en un comunicado, que resume la sesión
que dedicó a México el pasado 10 de marzo.
El informe elaborado por los expertos del Fondo que sirvió de
base a esa discusión, que fue también divulgado hoy, mantiene que la
reforma petrolera debe permitir nuevos contratos de incentivos para
facilitar la inversión privada, que es necesaria para detener la
caída del bombeo.
Ese estudio también constata que el gasto corriente ha aumentado
muy rápidamente en los últimos años y destaca la importancia de
elevar la recaudación mediante la eliminación de exenciones.
Los expertos de la entidad también recomendaron reducir los
subsidios al consumo de energía y apuntaron que sólo en la
electricidad esas ayudas le cuestan al Gobierno uno por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB).
El FMI aconsejó a México adoptar una regla presupuestaria
estructural, que le obligue a ahorrar en tiempos de bonanza y le
permita gastar en momentos de dificultad, una idea a la que el
Gobierno dijo estar abierto, según el informe.
En política monetaria el Consejo Ejecutivo del Fondo recomendó a
México mantener los intereses bajos, en vista de la debilidad de la
demanda.
Aún así, el banco central debería vigilar las repercusiones de la
subida de impuestos y de los precios dirigidos, que elevarán la
inflación hasta entre el 4,5 y el 5,5 por ciento este año, según
cálculos del organismo.
El FMI considera, además, que el peso se encuentra en su tipo de
cambio correcto, tras haberse depreciado un 15 por ciento tras el
colapso del banco de inversión Lehman Brothers, en septiembre de
2008.
Los expertos del organismo elaboraron su estudio tras reuniones
en febrero con el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y con el
gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. En enero se habían
entrevistado con inversores en Wall Street. EFE