Washington, 6 oct (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI)
dijo hoy que para que la economía global sea más equilibrada es
necesario que muchas monedas de países emergentes, como el yuan
chino, se aprecien y que las de países desarrollados como el dólar
se deprecien.
El FMI señaló hoy durante la presentación de su informe semestral
"Perspectivas económicas mundiales" que la recuperación económica en
marcha es "desequilibrada" ya que el crecimiento es lento en el
mundo avanzado y mucho más robusto en el emergente.
Para que esa descompensación se arregle el FMI dijo hoy
considerar necesario un "reequilibrio externo", es decir que los
países con déficit elevados como EE.UU. impulsen su sector
exportador y los que tienen superávit como China estimulen la
demanda doméstica.
Ese proceso requiere, según el economista jefe del FMI, Oliver
Blanchard, "la apreciación de muchas divisas de países emergentes
frente a las de muchos países desarrollados".
Añadió que en la primera categoría está "claramente" el yuan
chino y en la segunda el dólar estadounidense.
"O sea que está claro que cuando hablamos de un ajuste cambiario
eso requiere un ajuste del yuan frente al dólar", indicó el experto,
quien indicó que si eso sucede formalmente mediante la depreciación
del billete verde y las divisas de otros países desarrollados o
mediante la apreciación de las de los emergentes es al final "lo
mismo".
Se espera que el valor de las monedas sea uno de los principales
temas de discusión durante la asamblea anual del FMI y el Banco
Mundial (BM) esta semana en Washington y que centre también el
encuentro de ministros de Finanzas del G-20 del viernes.
El dólar se encuentra ahora próximo a los niveles más bajos de
los últimos 15 años frente al yen.
Esta tendencia hizo que Japón interviniera el mes pasado en el
mercado para debilitar su moneda y que otros mercados emergentes lo
siguieran o amenazaran con hacerlo lo que ha desatado el temor a una
guerra de divisas.
En ese sentido, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega,
afirmó a finales del mes pasado, a raíz de la intervención de Tokio,
que cree que el mundo está inmerso en una guerra comercial y de
tipos de cambio y añadió que los países buscan obtener ventajas
mediante la manipulación de sus monedas.
Brasil dio luz verde la semana pasada a una medida para aumentar
al cuatro por ciento el impuesto que aplica a los inversores
extranjeros que compran bonos locales con el fin de intentar frenar
el empuje de su moneda.
China es el país que atrae mayores críticas ya que pese a
anunciar en junio que permitiría que su moneda fluctuara de acuerdo
con las fuerzas del mercado, el valor del yuan se ha mantenido sin
grandes cambios.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, dijo hoy en
declaraciones al diario Financial Times que "la idea de que las
divisas se pueden usar como un arma" para el diseño de políticas
está claramente comenzando a circular.
Strauss-Khan destacó que el utilizar los tipos cambiarios para
restar competitividad a otras economías y tratar de impulsar las
exportaciones plantearía un "riesgo muy serio para la recuperación
global" y tendría un impacto muy perjudicial a largo plazo.
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, se
refirió también hoy a los tipos cambiarios durante un discurso en
Washington en el que insistió que los países con grandes superávit
comerciales deben dejar que sus monedas se aprecien.
"Cuando grandes economías con tipos de cambio infravalorados
actúan para impedir que sus divisas se aprecien, eso alienta el que
otros países hagan lo mismo", afirmó Geithner.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, pidió hoy a la Unión
Europea (UE) que deje de presionar a Pekín para que aprecie el yuan,
al aducir que un cambio rápido en el tipo cambiario podría
desencadenar una desastrosa inestabilidad social en China.
Pese a los desacuerdos, Blanchard expresó hoy su "optimismo" y
dijo creer que el G-20 encontrará una solución al problema. EFE