El mismo observó en el mes de abril una mejora más que significativa al ubicarse en 39,2 puntos, 13 puntos por encima que el valor observado en el mes previo.
Ahora, la confianza del consumidor estadounidense se encuentra en su nivel más elevado desde noviembre de 2008.
Lógicamente, en el contexto actual, dicha mejora significativa en el índice de confianza del consumidor ha quedado alejada de las proyecciones del mercado que habían anticipado que la misma se ubicaría en 29,9 puntos (ni más ni menos que 10 puntos por debajo).
Probablemente, los temores sobre la gripe porcina no haya afectado las expectativas de los encuestados por lo que habrá que seguir con atención cómo esta amenaza influye sobre la confianza del consumidor estadounidense.
Por lo pronto, no quedan dudas de que esta mejora representa una muy buena noticia para la economía estadounidense en función de sus perspectivas de recuperación.