Sídney (Australia), 12 jul (EFE).- La primera ministra australiana, Julia Gillard, destacó hoy la multimillonaria oferta de compra de la mina de carbón Macarthur Coal como prueba de que la industria minera no está amenazada por el nuevo impuesto al CO2.
Gillard dijo a la emisora de radio ABC que la oferta era el "mejor indicador" del futuro que los empresarios ven a la minería del carbón en Australia, pese a la polémica desatada en el país a raíz del nuevo impuesto a las emisiones de dióxido de carbono.
La multinacional siderúrgica ArcelorMittal y la estadounidense Peabody Energy hicieron ayer una oferta conjunta de 4.700 millones de dólares australianos (unos 5.003 millones de dólares estadounidenses ó 3.567 millones de euros) para adquirir la mina Macarthur Coal, el principal exportador de carbón en polvo (PCI).
El líder de la oposición conservadora, Tony Abbott, criticó el nuevo impuesto y dijo que "destruirá" la industria del carbón.
"Tenemos que reducir las emisiones, pero no tenemos que hacerlo destruyendo una industria que es vital para la vida del país y para la prosperidad nacional", manifestó ayer Abbott.
El sector minero aporta un 15 por ciento al producto interior bruto (PIB) australiano.
El Gobierno anunció el domingo que las 500 empresas mayores contaminadoras de Australia deberán pagar un impuesto de 23 dólares locales (24,5 dólares estadounidenses o 17,4 euros) por tonelada de carbono a partir del 1 de julio de 2012, para luchar contra el cambio climático.
El impuesto aumentará un 2,5 por ciento anual hasta que se adopte en 2015 un esquema de comercio de emisiones en el que el mercado internacional será el que fije los precios.
Dos días después del anuncio del impuesto, que incluye ayudas y que deberá ser aprobado en el Parlamento, la popularidad del oficialista Partido Laborista bajó a sus niveles mínimos.
Según un sondeo de la consultora Newspoll publicado en el diario "The Australian", los laboristas tienen un 27 por ciento de la intención de voto y la coalición conservadora el 49 por ciento.
El estudio, realizado hace dos semanas, también indica que un 30 por ciento de la ciudadanía apoya el impuesto al carbono.EFE