Madrid, 4 oct (EFE).- El banco de inversión Goldman Sachs prevé que la economía española caiga dos décimas en el último trimestre de 2011 y se contraiga otro 0,2 % en el primero de 2012, con lo que entraría de nuevo en recesión después de dos trimestres consecutivos de caídas.
En su último informe sobre perspectivas para Europa, la entidad estadounidense también prevé que la zona del euro entre en "suave recesión" en marzo de 2012, tras juntar dos trimestres con sendas caídas del 0,1 %, si bien espera que la región cierre 2012 con un avance de la economía del 0,1 %.
Por el contrario, el banco estima que España terminará el próximo año con una caída de la economía del 0,4 %, frente a la previsión del Gobierno de que crezca el 2,3 %.
De acuerdo con las proyecciones de la entidad, Alemania, Francia e Italia también entrarán en recesión al mismo tiempo, aunque sólo Italia concluirá 2012 con un retroceso económico del 0,4 %.
Goldman Sachs justifica la modificación a la baja de sus previsiones en el incremento de las tensiones financieras en los mercados europeos, que cree que persistirán el próximo año mientras no se avance en medidas concretas para ampliar la gobernanza del euro y resolver los problemas estructurales de la zona.
Por esta razón, asegura que sus proyecciones podrían modificarse si cambian estas circunstancias, ya que cree que si en Bruselas, París o Berlín se toman decisiones rápidas sobre el futuro del euro los mercados recuperarían la confianza, con el efecto positivo que eso tendría sobre la economía real.
En cualquier caso, augura que la recesión será leve en la zona del euro, ya que Alemania y Francia volverán a crecer en el segundo trimestre de 2012, puesto que su deuda soberana no sufre los ataques del mercado como los países periféricos y las cuentas de sus empresas siguen mostrando fortaleza.
Asimismo señala que el papel jugado durante la crisis por el sector inmobiliario y el financiero en países como España, también determinará las diferentes velocidades en la salida de la recesión entre los países centrales y los periféricos. EFE