Washington, 30 jun (EFE).- La Cámara de Representantes de EE.UU.
aprobó hoy el proyecto de reforma financiera, un texto al que tendrá
que darle el visto bueno el Senado y recibir la firma del presidente
Barack Obama antes de convertirse en ley.
La Cámara Alta no podrá someterlo a votación antes del receso del
Día de la Independencia, que se celebra la próxima semana, por lo
que es probable que se convoque al Senado a mediados de julio para
este fin.
El trámite del Senado es más difícil que en la Cámara porque,
según los expertos, los demócratas necesitan convencer al menos a
tres republicanos para que apoyen el texto.
En la Cámara de Representantes, tres republicanos votaron hoy a
favor, lo que supone un claro avance con respecto al año pasado,
cuando ningún congresista de la oposición votó el texto inicial.
Ahora, el contenido de la reforma financiera es algo diferente al
del año pasado, porque ha sido refundido con el que aprobó el Senado
hace unos meses.
Según el procedimiento del Congreso de EE.UU., las dos Cámaras
tienen que aprobar el texto idéntico para que el presidente firme la
ley.
En las últimas semanas, senadores y congresistas han desarrollado
una intensa actividad para consensuar los textos, bajo la atenta
mirada de Wall Street, que ha ejercido una intensa presión para
quitarle fuerza.
El pasado vienes, el presidente Obama anunció un acuerdo
preliminar sobre el proyecto de ley, lo que abrió las puertas a la
pronta aprobación de la que será la más amplia reforma del sector
financiero de los últimos 70 años.
En términos generales, el proyecto de ley establece una mayor
supervisión del Gobierno, que tendrá más poder, por ejemplo, para
liquidar entidades en quiebra o para auditar sus cuentas.
La ley también establece una mayor exigencia de capital para los
bancos; regula las transacciones de los mercados de derivados;
limita los salarios de los banqueros; somete a un mayor control a
las entidades de calificación de riesgo, y establece la creación de
una Oficina de Protección del Consumidor.
El proyecto de ley fue aprobado hoy en la Cámara de
Representantes por 237 votos a favor y 192 en contra.
En la aprobación ha sido clave la retirada de uno de los puntos
más polémicos, el establecimiento de un impuesto a la banca para
financiar futuros rescates.
La reforma financiera es una de las grandes iniciativas de Obama
para este mandato, y probablemente la última que saldrá adelante
antes de las elecciones legislativas de noviembre próximo.
Pero antes tendrá que pasar el trámite del Senado, donde los
demócratas necesitan la mayoría de dos tercios.
En estos momentos, tras la muerte reciente del senador Robert
Byrd, los demócratas controlan 58 escaños, y dado que hay dos
senadores de su grupo que se podrían oponer, necesitan convencer al
menos a tres republicanos.
Uno de ellos podría ser el influyente senador Scott Brown, de
Massachusetts, quien alabó el gesto de los demócratas de retirar el
impuesto bancario, pero no dijo cómo votará. EFE