Naciones Unidas, 29 jun (EFE).- La ONU propuso hoy la creación de
una nueva agencia multilateral encargada de coordinar la regulación
de los mercados financieros internacionales, así como otras medidas
para implementar una "reforma fundamental" de las políticas de
desarrollo.
En un informe de su Departamento de Asuntos Económicos y Sociales
(DESA), el organismo internacional atribuye la crisis financiera, la
crisis alimentaria y la crisis energética que ha sufrido la economía
global en los últimos años a "fallos del sistema, políticas
inconsistentes y debilidades gubernamentales".
"Mantener el actual modelo de crecimiento que nos llevó a la
crisis actual simplemente servirá para plantar las semillas de
crisis futuras y posiblemente más dañinas", afirma el estudio.
Para evitarlo, entre otras cosas, apuesta por la creación de una
agencia multilateral que coordine la regulación de los mercados
financieros internacionales y controle la volatilidad de los flujos
de capital.
También tendría la responsabilidad de crear mecanismos que
permitan una gestión ordenada de las deudas soberanas emitidas por
los países.
Otra reforma impulsada por el estudio es la creación de un nuevo
sistema global de reservas menos dependiente del dólar
estadounidense, que cree bolsas regionales e internacionales capaces
de prestar ayuda con mayor rapidez a países en crisis o con
problemas de liquidez.
En otras áreas, los autores del informe abogan por fortalecer la
capacidad de los países en desarrollo para elaborar e implementar
sus propias estrategias sostenibles, que se ajusten a sus
realidades, sean coherentes y abarquen a todas las facetas de sus
economías.
"Los gobiernos son los que deben dirigir el proceso, no dejarlo
simplemente a la voluntad de los mercados", dijo el director de
DESA, Rob Vos, en la presentación del informe.
En ese sentido, se recomienda a los organismos internacionales
que proporcionen margen de maniobra a esos países para realizar los
ajustes necesarios y diseñar sus propias políticas.
También se critica la "fragmentación de la ayuda" en cientos de
miles de proyectos, cada vez más modestos, que tienen un impacto
"insuficiente".
En Tanzania, cita como ejemplo, se gestionan cada año una media
de 700 proyectos de desarrollo y se reciben unos 500 misiones de
donantes.
"Se gastarán más recursos si no se reduce la fragmentación si la
aportación de más ayuda no viene acompañada de una reducción de la
fragmentación y se incrementa la efectividad", afirma el estudio.
Además, recomienda dejar a los responsables locales la detección
de las necesidades de cada país y la elaboración de estrategias para
afrontarlas, que se implementarían con la ayuda financiera de los
donantes.
En el campo del comercio internacional, lamentan que no hayan
concluido las negociaciones de la Ronda del Desarrollo Doha, que se
desarrollan en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que
tienen como objetivo establecer nuevas reglas orientadas al
desarrollo de los países más pobres.
El informe se posiciona en contra de una reglamentación que sea
igual para todos, ya que perjudicaría a las economías más débiles, y
propugna márgenes de flexibilidad que proporcionen espacio a los
países en desarrollo para aumentar su capacidad de competir en el
mercado mundial.
Asimismo, advierte que los actuales acuerdos de la Organización
Mundial del Comercio en materia de servicios dificultan la capacidad
de los gobiernos para regular los bienes financieros ofrecidos por
bancos extranjeros en los mercados locales.
"La desregulación de las finanzas globales desempeñó un papel
importante en la actual crisis. Los países en desarrollo creían que
la menor regulación del sector financiero aumentaría la inversión
externa, pero en cambio aportó inestabilidad al crecimiento", apunta
el estudio. EFE