Londres, 14 mar (EFE).- El Gobierno británico afirmó hoy que la
huelga convocada por el personal de cabina de British Airways (BA)
durante siete días de marzo, en protesta contra el recorte de
salarios y el cambio en las condiciones laborales propuestos por la
la dirección, pone en peligro el futuro de la aerolínea.
En unas declaraciones a la BBC, el ministro de Transporte, Andrew
Adonis, pidió a Unite, el sindicato que representa a estos
trabajadores -que votaron mayoritariamente en favor de los paros-,
que vuelva a la mesa de negociación con British Airways.
"El impacto que esto tendrá no sólo será profundamente
perjudicial para los pasajeros, sino que amenaza la misma existencia
de British Airways", manifestó el ministro laborista.
"Es mucho lo que está en juego con esta huelga. Deploro en los
términos más absolutos la huelga, no sólo por el perjuicio y los
inconvenientes que va a causar -algo desproporcionado en relación
con lo que se negocia-, sino también por la amenaza que representa
para una de las grandes compañías de este país", añadió.
Unite convocó siete jornadas de huelga, entre el 20 y el 22 de
marzo, y entre el 27 y el 30 de marzo, después de que fracasaran las
negociaciones entre la dirección de la empresa y los representantes
sindicales para acordar un plan de reducción de costes.
El presidente de la aerolínea, Willie Walsh, acusó al sindicato
de "intentar romper la compañía" y aseguró que la dirección hará lo
posible para conseguir que operen el máximo número de vuelos durante
esos días, con la ayuda de voluntarios -incluidos pilotos- y el
arrendamiento a otras aerolíneas de sus aviones y sus tripulaciones.
BA anunció la suspensión de la venta de billetes para los días de
los paros y afirmó que, a la espera de dar a conocer un listado con
los vuelos que serán anulados, los pasajeros afectados pueden
cancelar su reserva o cambiarla para otras fechas sin recargo.
La aerolínea calculó, no obstante, que el 50 por ciento de los
vuelos se verán afectados si los paros finalmente se realizan.
Sus directivos proponen eliminar 1.200 puestos de trabajo,
reducir la dotación del personal de cabina en los viajes de larga
distancia y congelar los sueldos de la plantilla durante al menos
dos años, entre otras medidas, para acabar con la deuda de BA.
El secretario adjunto de Unite, Len McCluskey, aseguró que BA
rechazó una oferta sindical que hubiera permitido el ahorro de 63
millones de libras (69,5 millones de euros) que persigue la
aerolínea a través de reducciones salariales y otras medidas, y
acusó a la dirección de "haber buscado siempre la confrontación" y
de no querer llegar a un acuerdo.
Pese a lo alejado de las posturas, el ministro de Transporte
indicó hoy que "todavía hay un pequeño periodo de tiempo antes de
que BA tenga que anunciar qué va a pasar con todos los vuelos que
tendrían que ser cancelados a partir de sábado si hay huelga".
"En este periodo, imploro al sindicato que se reúna con la
dirección para ver si se puede encontrar una solución", manifestó.
British Airways, que el pasado noviembre acordó un plan de fusión
con Iberia, informó el mes pasado de una pérdida antes de impuestos
en el último trimestre de 2009 de 50 millones de libras (57,3
millones de euros/78,6 millones de dólares). EFE