París, 24 sep (EFE).- Los sindicatos franceses decidieron hoy
organizar dos nuevas jornadas de protesta a comienzos de octubre
contra la reforma de las pensiones, después de que el primer
ministro, François Fillon, insistiera en que el Gobierno no dará
marcha atrás y que resistirá a la presión de la calle.
Los líderes sindicales, reunidos por la mañana para hacer balance
de las huelgas y manifestaciones de ayer, anunciaron una jornada de
movilización con desfiles en las principales calles de Francia el
próximo 2 de octubre, para permitir que se sumen a las marchas los
trabajadores del sector privado que no se pueden permitir hacer
paro.
A eso se añadirá otro día de huelgas y manifestaciones el 12 de
octubre, como el de ayer, que coincidirá con la tramitación en el
Senado del proyecto de ley sobre las pensiones, que ya fue aprobada
en primera lectura por los diputados.
El secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT),
Bernard Thibault, advirtió de que "si el Gobierno se mantiene
intransigente" tras estas nuevas protestas habrá un endurecimiento
de su posición, aunque no quiso entrar en detalles.
Thibault en unas declaraciones a la cadena de televisión France 2
mostró su enfado por el análisis del Gobierno, según el cual la
movilización de ayer fue menos masiva que la del pasado 7 de
septiembre: "La negación de lo que ocurrió ayer se le va a volver
como un bumerán", señaló.
"Seguiremos oponiéndonos" -subrayó el líder de la CGT- a una
reforma que principalmente retrasa la edad de jubilación voluntaria
de 60 a 62 años y de 65 a 67 para tener derecho a una pensión
completa si no se ha cubierto el periodo de cotización (41,5 años).
"Es falso decir que sólo esa medida puede garantizar las
pensiones", añadió antes de negar "que sea la única pista posible",
en alusión a las diferentes ideas de las centrales y de la izquierda
parlamentaria, como aumentar los impuestos sobre el capital o elevar
las cotizaciones empresariales.
Fillon en un acto en Biarritz (País Vasco francés) de su partido,
la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP), dijo que "no
retiraremos este proyecto de reforma porque es necesario y
razonable" y "conduciremos esta reforma hasta el final".
"Gobernar Francia es también saber decir no", señaló en
referencia a las manifestaciones de ayer e insistió en que "no
renunciaremos" a elevar la edad de jubilación porque es la única
forma de garantizar el futuro de las pensiones.
De acuerdo con los sindicatos, casi tres millones de personas
salieron a la calle en las más de 220 concentraciones convocadas en
todo el país, una cifra superior a la que habían dado para el pasado
día 7.
El Gobierno, sin embargo, indicó que hubo menos de un millón de
manifestantes, cifra inferior a la del día 7, cuando la policía
contabilizó 1,12 millones de personas en la calle, en la que se
consideró la mayor movilización sindical en ocho años. EFE