Berlín, 15 nov (EFE).- El ministro alemán de Economía, el liberal
Rainer Brüderle, insiste en que el consorcio estadounidense General
Motors debe cargar con los costes del saneamiento de su filial Opel,
ya que ha decidido no venderla, y afirma que si los "Länder" con
plantas de la marca deciden contribuir es cuestión suya.
"Es tarea del consorcio matriz GM superar las dificultades de su
filial", apunta en el dominical "Bild am Sonntag", donde añade que
así se lo transmitió a los directivos del consorcio y Opel Europea,
con los que se reunió el pasado jueves.
"Si los primeros ministros (de los "Länder") ven posibilidades
de aportar ayudas con medios de sus presupuestos son libres de
hacerlo", afirma, respecto a los cuatro estados federados con
plantas de Opel.
En medios alemanes se cuenta con un acercamiento de posturas
entre GM y Berlín tras el "gesto" de buena voluntad del consorcio de
trasladar su central europea de Zúrich a Rüsselsheim, donde se
encuentra ya la planta principal de Opel.
GM pretende mostrar con esa mudanza -que debe completarse antes
de fin de año- su determinación de concentrarse en la
reestructuración de Opel.
Según el semanario "Der Spiegel", tanto la canciller Angela
Merkel como su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, están de
acuerdo en apoyar un plan de saneamiento, pese al malestar causado
por la decisión de no vender su filial a Magna y en contra del
parecer de su socio de gobierno, el Partido Liberal (FDP).
Merkel ha "exculpado" al presidente estadounidense Barack Obama
del fracaso de la venta a Magna e insistido en que GM debe devolver
al completo el crédito puente que en su momento recibió de Berlín.
El gobierno alemán otorgó a Opel un crédito puente de 1.500
millones para preservar la filial europea de GM de la quiebra de su
matriz, de los que se han utilizado 700 millones.
Hasta ahora, el consorcio estadounidense ha devuelto 200 millones
de euros y hasta el próximo 30 de noviembre debe pagar otros 400
millones de euros. EFE