Aimée Cárcamo
Berlín, 13 mar (EFE).- Los turistas que asisten a la ITB de
Berlín encuentran la posibilidad de viajar a 187 destinos diferentes
en el mundo y de apreciar el mosaico de culturas de los cinco
continentes, que en la feria se promocionan a través de música,
moda, arte, gastronomía y humor.
Más de 11.000 empresas participan este año en la Bolsa
Internacional de Turismo (ITB), una de las más importantes ferias
del sector en el mundo, y para ello se valen de diversas estrategias
para capturar la atención de los visitantes.
Los turistas se encuentran así con escenarios que representan las
regiones más emblemáticas de los países ofertantes, entre ellas las
pirámides de Egipto, el Serengeti en Tanzania, la cultura Persa en
Irán, el Cusco en Perú, la flora y fauna del Caribe y la
arquitectura maya de Mesoamérica, entre otras.
Pero además de atraer miradas, los operadores de turismo intentan
llegar a los potenciales visitantes a través de la gastronomía en
sus diferentes variedades.
En su recorrido, los visitantes de la ITB pueden ir probando los
dulces de diferentes países europeos, jugo de naranjas traídas de
Israel, frutos secos de Arabia, vino de Chile y café de
Centroamérica, entre otras muchas opciones de diferente textura y
sabor.
Y si el turista no puede ir a los territorios palestinos, al
menos podrá en esta feria adquirir una joya de plata, incienso o una
imagen religiosa tallada en madera fina de la región, ya que la ITB
es también un mercado al detalle donde se vende casi de todo.
En el expositor de Túnez, figuras de elefantes, camellos y
tortugas elaborados en metales y adornados con piedras
semipreciosas; en el de Nigeria, utensilios de bronce, joyeros y
sandalias de cuero, así como billeteras elaboradas con piel de
serpiente.
Sri Lanka, por su parte, exhibe chales de seda pura y Buthan
cestos de diversos tamaños elaborados en bambú, mientras que Egipto
oferta pergaminos a diez euros.
La música es otro elemento para los sentidos en la feria ITB,
donde los turistas pueden escuchar melodías de Medio Oriente,
clásicas europeas o las rítmicas del Caribe.
Entre los visitantes, los expositores latinos tienen un mayor
número de adeptos, pues como comentó Axel Karsten, alemán asistente
a la feria, los puestos de México y América del Sur están entre sus
favoritos "porque son más alegres y hay más interacción. Los
europeos solo te dan el folleto con la información".
Beata, una joven polaca, explica que los pabellones de Sudamérica
son más atractivos "porque su cultura es diferente" a la que ella
está acostumbrada.
En este evento multicultural donde se entremezclan diversas
razas, idiomas y religiones, también hay canto, moda, baile y
actuación.
México inauguró su pabellón al ritmo de mariachis, Perú mostró
los trajes típicos de varias regiones, Ecuador presentó su grupo
folclórico del Tungurahua y Colombia mantiene permanentemente un
grupo de actores que involucran en sus interpretaciones a los
turistas que se acercan a tomar un buen café colombiano.
La ITB espera que a su cierre, mañana, hayan pasado por ella más
de 180.000 personas, que habrán tenido la posibilidad de dar la
"vuelta al mundo" a través de sus 160.000 metros cuadrados. EFE
acl/gc/ltm