Santo Domingo, 10 jul (EFE).- Los organizadores de la huelga general convocada para mañana en República Dominicana esperan el apoyo "pacífico y ordenado" de la jornada, mientras el Gobierno y los empresarios rechazan el paro bajo el argumento de que en nada contribuiría a solucionar los problemas del país.
La huelga es apoyada por formaciones políticas, sociales, populares, sindicales, estudiantiles y de chóferes porque "hay razones suficientes para emplazar al Gobierno a que cambie su política impositiva que genera una presión tributaria muy alta sobre la clase media y baja".
Los organizadores del paro reclaman la reducción de los precios de los alimentos, medicinas y combustibles, y un aumento del 35 % a los salarios de los servidores públicos, incluyendo militares y policías.
Asimismo, piden que el Gobierno destine a la educación el 4 % del producto interno bruto (PIB) como lo ordena la Constitución, y rechazan los recientes incrementos fiscales y en la tarifa eléctrica.
El Foro Social Alternativo, uno de los principales grupos organizadores del paro general, ha reiterado que su realización es fruto del descontento hacia un Gobierno que se ha mantenido "ciego, sordo y mudo" ante los reclamos de los ciudadanos.
Entre quienes llaman a la huelga general se encuentra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), principal de oposición, postura que ha sido duramente criticada por el oficialismo al considerar que esa formación solo buscar "pescar en río revuelto".
El llamado a paro también es apoyado por gremios como el Consejo Nacional del Transporte (Conatra), la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) y el Colegio Médico Dominicano (CMD).
Otro de sus principales convocantes es el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), de orientación izquierdista, que llamó a los ciudadanos a no dejarse provocar de sectores del Gobierno y del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) "que buscarían provocar enfrentamientos y violencia para desacreditar la lucha del pueblo".
Sectores oficialistas rechazan la huelga al considerar, que de ejecutarse, causaría pérdidas a los sectores productivos por el orden de los 1.000 millones de pesos (unos 26,5 millones de dólares).
En similar postura se encuentran las organizaciones empresariales y de comerciantes del país, que ven en el paro un "camino equivocado" para resolver los problemas nacionales.
Algunas de las asociaciones de comerciantes anunciaron que abrirán sus negocios el lunes, y solicitaron a los huelguistas "respeto" a esa decisión y a las autoridades la protección necesaria para operar sin contratiempos.
Las fuerzas de seguridad dominicanas han advertido, por su parte, que no permitirán la alteración del orden público durante la huelga general que sus organizadores ven "irreversible". EFE