Teherán, 20 oct (EFE).- El Parlamento iraní aprobó hoy la ley que
permitirá al Gobierno del presidente, Mahmud Ahmadineyad, eliminar
los subsidios a los alimentos y transformarlos en ayudas directas a
la población, informó la prensa local.
"De acuerdo con la nueva ley, se retirarán de forma progresiva
durante los próximos cinco años las ayudas para el trigo, el arroz,
el azúcar el aceite", explicó la fuente.
"Sin embargo, ha rechazado adoptar la misma medida con los
medicamentos". precisó.
El pasado domingo, los diputados aprobaron otra sección del a
polémica ley, que permitirá eliminar igualmente los subsidios a la
gasolina.
Según la prensa local, los diputados aceptaron los capítulos uno
y dos de la controvertida ley, que permitirán al Gobierno ajustar el
coste de los carburantes al precio que ha pagado por ellos en el
mercado internacional.
La ley, que para entrar en vigor debe ser ratificada por el
poderoso Consejo de Guardianes de la Revolución, fue rechazada por
la misma Cámara el pasado mes de marzo al entender que podría
contribuir a disparar la inflación.
Sin embargo, hace una semana la Asamblea cambió de parecer y
respaldó la línea maestra del citado plan de reforma de los
subsidios, que ahora ha comenzado a aprobar por partes.
Horas después, insistió en que se trata de una herramienta
efectiva para "frenar el exceso de consumo" en el país.
"El plan frenará una importante parte de la consumo excesivo, al
tiempo que reparará la injusticia en la redistribución de los
subsidios", explicó el mandatario, a quien hoy cita la televisión
estatal por satélite.
Ahmadineyad precisó, no obstante, que para la aplicación correcta
de su polémico proyecto se necesitará generar cambios en sectores
como los impuestos, las aduanas y la banca.
De acuerdo con el espíritu de la nueva ley, el Gobierno recortará
los subsidios a la gasolina, el gas y la electricidad y los
sustituirá por ayudas directas a los ciudadanos dependiendo de sus
ingresos.
El ministro de Economía, Shamsedin Hoseini, ha defendido que esta
medida populista que, en su opinión, no solo no creará más inflación
si no que "atacará a las raíces" de la misma.
La inflación se ha convertido en uno de los principales caballos
de batalla de la débil economía iraní, que atraviesa una profunda
crisis.
Según las cifras oficiales, ha descendido por debajo del 25 por
ciento en los últimos meses, una cifra que no refleja la situación
en la calle donde los precios se disparan día tras día.
Algunos expertos independientes la sitúan en torno al 40 por
ciento, un porcentaje que niega con vehemencia el Gobierno. EFE