Santiago de Chile, 15 nov (EFE).- Cuando falta sólo un mes para
el término de las clases, los profesores chilenos informaron hoy que
mantendrán la huelga que ya cumple más de veinte días por demandas
salariales y porque el Ejecutivo desconoce la llamada "deuda
histórica".
Así lo aseguró el presidente de los docentes, Jaime Gajardo,
quién dijo a los periodistas que el martes y miércoles próximo
llegarán al Parlamento donde esperan presentar un protocolo de
acuerdo para la educación nacional.
Gajardo, quién reiteró que el Gobierno tiene cortadas las
relaciones con el Colegio de Profesores, se mostró esperanzado de
que en esta nueva iniciativa se sumen todas las bancadas de los
partidos políticos y los diversos sectores sociales.
"Queremos exhibir un acuerdo nacional por la calidad integral de
la educación y proponemos este protocolo para que lo suscriban todas
las bancadas y se propicie que el próximo Gobierno proponga al nuevo
Parlamento un proyecto que repare el daño causado y el no reajuste",
añadió.
Dijo que en la actualidad no existe un diálogo con el Ejecutivo,
a pesar que la ministra portavoz de Gobierno, Carolina Tohá, había
manifestado el viernes el interés al diálogo de La Moneda con el
Colegio.
El dirigente acusó asimismo, al Ejecutivo, de presionar a los
parlamentarios para que voten respaldando el Presupuesto 2010, el
que rechaza el pago de la "deuda histórica".
Los docentes solicitan que se establezca una ley de reparación,
que contemple tanto el pago de la deuda histórica, que involucra a
unos 84.000 maestros, como de la segunda cuota del bono Subvención
Adicional Especial (SAE).
El bono SAE es una asignación especial de 15 mil pesos (unos 28
dólares) por hora de contrato, es decir, en total al año el dinero a
entregar a cada profesor debería ser entre 300.000 y 450.000 pesos
(entre unos 550 y 825 dólares).
La llamada "deuda histórica" se generó en 1981, cuando el Estado
traspasó la educación básica y media a los municipios un año después
de que el régimen militar anunciara un bono especial para compensar
los bajos sueldos de los maestros, que se pagaría en cuatro cuotas,
en años sucesivos.
Según la Contraloría y el Gobierno, con el traspaso de la
educación a los municipios los profesores dejaron de ser empleados
públicos, como cuando dependían del Ministerio de Educación y por lo
tanto, no les corresponde recibir beneficios como tales.
La deuda, según los cálculos del profesorado, asciende hoy a más
de 9.000 millones de dólares. EFE