Caracas, 14 ene (EFE).- Los caraqueños y sectores empresariales y
políticos saludaron hoy la suspensión, menos de día después de su
aplicación, de un fuerte racionamiento eléctrico en Caracas, aunque
pidieron medidas "claras" para enfrentar la crisis del sector.
Los habitantes de la capital venezolana expresaron este jueves
una mezcla de alivio y preocupación tras la eliminación del plan de
apagones programados que comenzó ayer, en medio de la confusión de
la población ante la falta de información sobre la intempestiva
medida.
Ayer mismo, cerca de la medianoche, el presidente venezolano,
Hugo Chávez, anunció la suspensión del racionamiento en Caracas con
el argumento de que la medida generó "un impacto no deseado".
Aclaró que la restricción del servicio eléctrico, controlado por
el Estado, se mantiene en el resto del país con el esquema de entre
dos y cuatro horas de suspensión cada dos días o menos, dependiendo
de la zona, como fue anunciado apenas seis horas antes de su
implementación el miércoles.
Chávez además informó de la destitución de Ángel Rodríguez, el
primer titular del Ministerio de Energía, creado en octubre pasado
para enfrentar la crisis que afecta al sector desde mediados de 2008
a causa de la sequía, según afirmó el Gobierno.
Improvisación, falta de consenso e incapacidad fueron los
calificativos dados por dirigentes opositores y de sectores
patronales al racionamiento en Caracas, cuya suspensión aplaudieron
aunque con la alerta de que la crisis existe y debe ser enfrentada
con medidas "claras" y consensuadas con todos los sectores.
"Lo que comienza mal, termina mal. La aplicación de esta medida
no fue consultada con nadie y allí están los resultados", dijo el
alcalde del municipio Sucre de Caracas, el opositor Carlos Ocariz.
Ocaríz pidió a la población extremar las medidas de ahorro de la
luz, y añadió que mantiene la "alerta ante cualquier incidente o
fallo del servicio", debido a que continúa sin solución el problema
del déficit eléctrico, de 1.700 megavatios según datos oficiales.
Víctor García, un comerciante caraqueño de equipos electrónicos
de 30 años, dijo a Efe que temía que "subiera" la ocurrencia de
"apagones intempestivos" tras la suspensión del plan de
racionamiento.
Un informe de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec),
fechado en diciembre pasado y publicado hoy por la prensa local,
señala que el servicio colapsaría en todo el país alrededor de abril
próximo si sigue bajando el nivel del embalse Guri, el principal del
país, y si no se reduce el consumo nacional.
El embalse del Guri, en el sureño estado de Bolívar, genera
alrededor del 70 por ciento de la electricidad del país.
El informe de la Corpoelec incluyó medidas de ahorro, entre ellas
la restricción del uso electricidad en los centros comerciales,
vigente desde el pasado 1 de enero, y la bajada del consumo del
sector público, para la cual el Gobierno ya decretó una reducción de
la jornada laboral a cinco horas durante 150 días.
El presidente de la patronal Fedecámaras, Noel Álvarez, reiteró
hoy la propuesta de adelantar 30 minutos la hora y regresar al
horario que regía en el país hasta diciembre de 2007, lo que
permitiría "ahorrar 600 megavatios".
Añadió que otra medida efectiva sería "la suspensión inmediata"
de la venta de luz a Brasil, e incluso que ese país pase a ser
suministrador de electricidad de Venezuela.
Venezuela redujo en un 20 por ciento, hasta 80 megavatios, los
envíos de electricidad al estado brasileño de Roraima, informó el
martes pasado un portavoz de la estatal Eletronorte de Brasil.
Por su parte, el gobernador del estado occidental de Zulia, el
opositor Pablo Pérez, cuestionó que la suspensión de los apagones
programados solo se aplique a la capital del país.
Sostuvo que con el racionamiento de cuatro horas cada dos días
aplicado en su región "el pueblo está pagando las consecuencias de
un Gobierno irresponsable", que "tenía planificado construir 35
plantas (eléctricas) y solo se han levantado cuatro a cinco".
Sectores de oposición y ex directivos del área energética
sostienen que la crisis es consecuencia de la supuesta falta de
previsión oficial, que no habría cumplido con el cronograma de
inversiones tanto en la generación hidroeléctrica y termoeléctrica.
EFE
gf/eb/acb
(Con fotografías, audio y vídeo)