Pekín, 13 nov (EFE).- El presidente de Saudi Aramco, Khalid
Al-Falih, viaja esta semana a China para ampliar los negocios de la
mayor petrolera mundial en el país asiático, uno de los mercados con
mayor potencial de futuro para la firma según aseguró hoy el
empresario árabe a la agencia oficial Xinhua.
Al-Falih participó el día 11 en la inauguración de una refinería
en la provincia suroriental de Fujian, la primera inversión en este
tipo de instalaciones que el gigante saudí lleva a cabo en China, y
en la que también participa la mayor petrolera privada (la
estadounidense Exxon Mobil).
Saudi Aramco posee un 25 por ciento de la nueva refinería, Exxon
(cuyo presidente, Rex Tillerson, también participó en la
inauguración) otro 25 por ciento, y el 50 por ciento restante es
propiedad de la local Fujian Petrochemical.
Por otro lado, el presidente de Saudi Aramco confirmó en China
los contactos con Sinopec, una de las principales empresas chinas
del sector, para invertir en una refinería en la ciudad oriental de
Qingdao, con capacidad para producir 200.000 barriles diarios, cifra
similar a los 240.000 de la inaugurada esta semana en Fujian.
Las negociaciones se celebran pocos días después de que el
presidente de Sinopec, Wang Tianpu, anunciara que su firma importará
unos 50 millones de toneladas de Arabia Saudí.
Aunque el reino árabe es uno de los principales exportadores de
crudo a China, segundo mayor consumidor e importador mundial,
durante años ha sido Irán el principal proveedor para el gigante
asiático desde Oriente Medio.
Al-Falih subrayó que las economías emergentes, lideradas por
China, han sido las que han permitido cierta recuperación del
mercado petrolero mundial, pese a que la demanda siga siendo menor
que en años anteriores.
Respecto a China, el empresario saudí destacó que la recuperación
económica ha permitido a Aramco mantener su inversión y
exportaciones a la tercera economía mundial.
En particular, Al-Falih se mostró "muy satisfecho" con el nuevo
mecanismo establecido en 2009 por China para ajustar los precios de
los carburantes.
Desde el 1 de enero, China permite cambiar los precios de los
carburantes -que durante años se mantuvieron artificialmente
estables en el país- si los precios internacionales del crudo varían
más de un 4 por ciento en 22 días consecutivos. EFE