Teresa Bouza
Washington, 5 oct (EFE).- El sistema financiero global es el
"talón de Aquiles" del proceso de recuperación económica en marcha,
dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI) que alertó, además,
de que el riesgo en los mercados ha aumentado desde abril.
"Queda mucho por hacer para lograr la estabilidad financiera",
dijo hoy en una rueda de prensa José Viñals, responsable del
departamento de Asuntos Monetarios y Mercados del Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Viñals destacó durante la presentación del informe "Estabilidad
financiera global" que el empeoramiento desde la publicación del
último informe hace seis meses obedece, en gran medida, a la crisis
de deuda soberana en Europa.
El ex subgobernador del Banco de España dijo creer que la
situación mejorará de forma gradual, pero aún así insistió en que la
debilidad en los balances de la deuda soberana supone un "riesgo
considerable".
El FMI alabó la decidida acción de los legisladores en ese
frente, que ayudó, dijo, a estabilizar los mercados crediticios y a
reducir el riesgo, aunque precisó que todavía existen
"incertidumbres significativas".
Destacó que en el actual contexto es imprescindible implementar
reformas que aseguren la viabilidad del sistema financiero y
apuntalen la incipiente recuperación.
Entre las medidas sugeridas figura, en aquellos casos que sea
necesario, la recapitalización de los bancos y mayores avances en la
reforma de las regulaciones en línea con las mejoras propuestas en
el marco de Basilea III.
El FMI destacó en su análisis que Europa se ha convertido en el
principal foco de inestabilidad y que los riesgos de la deuda
soberana siguen siendo "altos".
Eso obedece, según el organismo, a que los mercados siguen
preocupados con los elevados niveles de deuda pública, los riesgos
planteados por los vencimientos de la deuda y la estrecha conexión
entre la deuda pública y el sector bancario.
El Fondo destacó, por lo demás, que las necesidades de capital
"aparentemente modestas" de los bancos estadounidenses no hacen más
que poner de manifiesto el tamaño de la intervención gubernamental
sin la cual las aportaciones de capital habrían tenido que ser,
aseguró, significativamente más altas.
Esa situación, señaló el informe del FMI, revela hasta qué medida
el riesgo se ha transferido de los balances privados a los públicos.
Por lo demás, el organismo mencionó en su informe que las rebajas
contables en los balances bancarios entre 2007 y 2010 serán
ligeramente inferiores a lo previsto en abril y alcanzarán los 2,2
billones de dólares en lugar de los 2,3 billones previstos
inicialmente.
El FMI valora como positivo el que más de tres cuartas partes de
los bancos afectados hayan realizado ya esas rebajas y dijo que
queda pendiente una cantidad "residual" de 550.000 millones de
dólares.
Menos progreso y más preocupante resulta, según el FMI, el que en
los próximos 24 meses la banca global afronte "inminentes presiones
de financiación" ya que necesitarán refinanciar unos cuatro billones
de dólares en deuda.
De ese total, unas tres cuartas partes corresponde a bancos
europeos.
El organismo advirtió de que, dada la situación, los Gobiernos
necesitan planear "cuidadosamente" la retirada de sus programas de
apoyo al sector y aconsejó reestructurar cuanto antes las entidades
más débiles para que los mercados de financiación regresen a la
normalidad.
Aconsejó fortalecer los balances de deuda soberana con la puesta
en marcha de medidas creíbles para adentrarse en un camino fiscal
sostenible y finalizar el proceso de reforma de las regulaciones.
El estudio destacó, por lo demás, que los mercados emergentes han
demostrado una fuerte capacidad de aguante ante los problemas en los
países desarrollados y la mayoría ha seguido disfrutando de acceso a
los mercados internacionales de capitales.
El FMI indicó que el fuerte potencial de crecimiento de los
emergentes ha propiciado el desembarco de flujos de capital en esos
países y aunque descartó una burbuja generalizada en los precios de
los activos dijo que sí podrían registrarse problemas como la
posibilidad de una mayor volatilidad. EFE