María Peña
Washington, 25 feb (EFE).- El presidente de Toyota, Akio Toyoda,
se apuntó un diez con su "gira de disculpas" ante el Congreso y la
opinión pública de EE.UU., su empresa sobrevivirá y será lección
para otros fabricantes, aseguraron hoy expertos consultados por Efe.
Toyoda viajó desde Japón hasta el Capitolio, donde el miércoles
se sometió a las preguntas de congresistas que investigan el origen
de los problemas de aceleración que ocasionaron la llamada a
revisión de 8,5 millones de vehículos.
Alrededor de 23 millones de vehículos Toyota circulan en las
carreteras de EE.UU. que, de hecho, es el principal mercado de la
multinacional japonesa.
Pero el mayor fabricante de automóviles en el mundo lucha por
recuperar su imagen, fuertemente afectada por la llamada a revisión
de 8,5 millones de vehículos, en lo que se ha calificado como su
peor crisis en sus 70 años de historia.
La crisis de confianza es innegable: una caída promedio del 23
por ciento en las ventas de automóviles, según la empresa
Autometrics Pulse, y un costo de unos 2.000 millones de dólares por
la llamada a revisión.
El escándalo ha provocado una sensación mediática: según Factiva
de Dow Jones, sólo hoy se han publicado 1.342 artículos sobre
Toyoda, sin incluir las decenas de miles más sobre la empresa.
Sin embargo, expertos consultados por Efe señalaron que Toyota no
es la primera empresa automovilística que afronta una crisis, Audi
la tuvo en la década de los ochenta, y sobrevivirá si acomete
reformas en su cultura corporativa.
También elogiaron la "gira de disculpas" de Toyoda ante el
Congreso, la familia de concesionarios Toyota en EE.UU., y la
opinión pública. Ese acto de contrición no es común en la cultura
japonesa.
"Bajo las circunstancias, al señor Toyoda le fue bien, mejor de
lo que muchos esperaban. La barrera del inglés le afectó un poco
porque el remordimiento que le exigían los legisladores es algo que
no se traduce muy bien", dijo David Barlett, vicepresidente de la
empresa de análisis Levick Strategic Communications.
"Toyota tiene que ser transparente en todo lo que hace y mostrar
competencia para arreglar los problemas. Toyota es sinónimo de
calidad para los consumidores en EE.UU. y si hace bien las cosas, no
tendrá problemas", vaticinó el experto.
Ulrike Schaede, analista de negocios japoneses en la Universidad
de California en San Diego, dijo que "Toyota tiene que combatir la
percepción negativa, pero lo hará porque la gente es fiel a
productos buenos".
"Toma toda una vida construir una reputación y cinco minutos para
destruirla. En el caso de Toyota, si hace lo que debe y no hay más
problemas, creo que podrá recuperarse en al menos seis meses",
señaló.
Las 14 horas de audiencias entre el martes y el miércoles sobre
la lenta respuesta de Toyota, no arrojaron información nueva sobre
los problemas de aceleración en ciertos modelos.
Aún así, tanto Toyoda como los legisladores tuvieron misión
cumplida: el empresario ofreció su mea culpa al mundo y los
congresistas obtuvieron titulares fáciles con sus diatribas.
Los rivales de Toyota, agregaron los expertos, no debían frotarse
las manos porque la industria automotriz, en general, siempre está
sujeta a posibles problemas de producción.
Según datos de la Administración Nacional para la Seguridad en
las Carreteras (NHTSA), el 64 por ciento de las llamadas a revisión
de automóviles entre 2001 y 2010 fueron de empresas estadounidenses,
y Ford encabezó la lista con el 32 por ciento.
En ese período, Toyota conformó el once por ciento del total,
mientras que Nissan tuvo el seis por ciento y Honda tuvo el cinco
ciento.
La NHTSA está en la mira de los legisladores por su respuesta
inicial a la crisis, pero el secretario de Transporte de EE.UU., Ray
LaHood, cuyo departamento incluye a esa agencia reguladora, ha
prometido una "revisión exhaustiva" de Toyota, en particular si
fallos electrónicos contribuyeron a los problemas de aceleración.
En 2008, los "Tres Grandes de Detroit" (GM, Ford, y Chrysler),
beneficiados por un rescate multimillonario de los contribuyentes,
también estuvieron en el banquillo de los acusados en el Congreso
por su mala gestión.
Pero ese escándalo político no se generó por muertes, como es el
caso de una treintena producida por los coches de Toyota.
Jim Press, ejecutivo de Toyota en EE.UU. hasta 2007, dijo que, a
su juicio, "sólo Toyoda puede salvar a Toyota y la empresa entera
tiene que respaldarlo".
Recaerá sobre el taciturno líder de Toyota, y nieto del fundador,
reparar la mancillada imagen de la empresa, tras reconocer en el
Congreso que el escándalo le duele particularmente porque "todo
vehículo lleva mi nombre".EFE