Londres, 30 jun (EFE).- Dos proyectos latinoamericanos, uno
nicaragüense y otro brasileño, son finalistas de los premios Ashden
de Energías Renovables, que premian proyectos innovadores que
mejoren las condiciones de vida de comunidades locales mediante la
utilización de fuentes de energía limpias y sostenibles.
Este jueves se elegirá en Londres el ganador de los seis
finalistas, que obtendrá un premio de 40.000 libras (49.000 euros o
60.000 dólares), mientras que los cinco finalistas restantes
percibirán cada uno 20.000 libras (24.500 euros o 30.000 dólares).
Tecnosol es la empresa nicaragüense que opta al premio y se
estableció hace 12 años en el país para instalar paneles solares en
las comunidades rurales del país, donde hay más de medio millón de
personas sin acceso a la electricidad.
"También instalamos generadores hidroeléctricos y eólicos, en
función de las necesidades del cliente, pero lo que abunda en
Nicaragua en el sol", explicó a EFE el presidente y director general
de Tecnosol, Vladimir Delagneau Barquero.
La empresa de Delagneau ha vendido ya 40.000 instalaciones
energéticas que han beneficiado a más de 240.000 personas, que ya
pueden desempeñar labores productivas durante la noche como
"estudiar, coser, cocinar o levantarse antes de que amanezca para
ordeñar las vacas".
"Hay mucha gente que está obteniendo rentabilidad económica de
las instalaciones, ya que han podido adquirir refrigeradores en los
que mantener fresca la comida y han aprovechado la situación para
vender carne o congelados", agregó.
Delagneau señaló que su empresa, que cuenta con 75 empleados y
factura 3 millones de dólares al año, es "pionera y líder" en el
mercado, pero que en sus comienzos la gente no confiaba en las
energías renovables como posible solución a la alta dependencia de
Nicaragua del petróleo.
Si Tecnosol ganara el premio final, el 30 por ciento del dinero
obtenido los destinarían a publicidad para ampliar su mercado y el
resto a instalar gratuitamente farolas públicas en poblados, "para
dar mayor seguridad en las calles y evitar robos".
El otro proyecto latinoamericano en presentarse es el de la
cooperativa brasileña Creluz, que en 1999 instaló su primer
generador hidroeléctricos en los ríos de la región de Río Grande del
Sur.
Según contó a Efe el director de Creluz, Valdair Pedro, el éxito
fue tal que pronto instalaron seis plantas por toda la región, que
proporcionaban energía "más barata, sin fugas, fiable y sostenible,
que juntas permiten ahorrar 7 millones de toneladas de CO2 y
proporcionan electricidad a 80.000 personas".
Con los beneficios obtenidos, Creluz está desarrollando programas
de conservación medioambiental y de apoyo a la comunidades locales,
a las que les imponen tarifas en función de su capacidad económica.
"A las minorías indígenas les ofrecemos la electricidad
totalmente gratis y a las familias rurales de bajos ingresos, como
madres solteras o viudas, les instalamos el generador gratis y luego
sólo les cobramos la mitad de su consumo energético", precisó Pedro.
De esta manera, Creluz ha conseguido evitar la migración de estas
comunidades a la ciudad, y también está trabajando en la
reforestación de la zona a través del programa Ecoluz.
También compiten por el premio un proyecto de la India que vende
linternas solares a países en vías de desarrollo para mitigar su
dependencia del queroseno y otro del África Subsahariana que instala
paneles solares en la comunidades rurales sin acceso a la
electricidad.
Además, optan al premio dos proyectos basados en la creación de
biogás: uno de Vietnam que aprovecha los residuos orgánicos para
producir esta fuente de energía y otro de Kenia que fomenta la
utilización de biogás para cocinar y evitar así la deforestación del
país por la tala masiva de árboles para obtener combustible.
En los últimos diez años los ganadores de los Premios Ashden han
mejorado la vida de 23 millones de personas en todo el mundo, y
todos juntos ahorran anualmente tres millones de toneladas de CO2,
según afirmaron los organizadores de este certamen.
Sólo los finalistas de este año han conseguido ahorrar más de
250.000 toneladas de CO2 en los últimos doce meses. EFE