En su opinión, hay varias razones para explicar el "aumento considerable" de los rendimientos de la deuda pública en las últimas semanas y meses. "La rentabilidad de la deuda pública ha sido negativa, lo que ha deprimido los precios de los activos financieros en general", argumenta.
La Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra han elevado las tasas de interés oficiales desde niveles cercanos a cero y han cambiado su enfoque del Alivio Cuantitativo (QE), que implicaba la compra masiva de bonos; a la Restricción Cuantitativa (QT), revirtiendo el proceso. E incluso el Banco de Japón, que mantenía los rendimientos de sus bonos cerca de cero incluso antes de la pandemia, ahora permite que aumenten.