La patronal del capital riesgo en España (Ascri) elaboró en 2018 un documento titulado ‘Propuestas para dinamizar el crecimiento de pymes y start-ups’, en el que se recogían hasta ocho posibles medidas para incentivar la inversión en este tipo de activo alternativo, que ha ganado protagonismo con los bajos tipos de interés. En dos de ellas, se habla de fiscalidad. El sector demandaba medidas fiscales de promoción del ‘venture capital’, un subsegmento del capital riesgo, y clarificar el tratamiento fiscal del retorno adicional de la inversión de los gestores.
País Vasco y Navarra le cogieron el guante y, desde el pasado 31 de diciembre, su legislación al respecto es otra. Las dos comunidades autónomas buscan incentivar el establecimiento de gestoras y fondos de capital riesgo en su territorio para que, en última instancia, acaben invirtiendo en empresas de la región. Sus respectivos gobiernos han optado por hacer desgravaciones fiscales y por modificar la fiscalidad del llamado ‘carried interest’, desde una renta del trabajo ordinario a plusvalías, en el caso de Guipúzcoa y Navarra, o renta del trabajo con carácter irregular, en Vizcaya y Álava. Ahora, Ascri le pide un esfuerzo similar a Pedro Sánchez para el conjunto del país y abre la puerta a que otras comunidades sigan el ejemplo del País Vasco y Navarra.