Trea se hizo con un negocio de alrededor de 800 millones de euros, pero repartido entre tres tipos de actividades muy distintas entre ellas: vehículos familiares, que representan más del 50% del patrimonio total de Novo Banco Gestión, productos generalistas ‘de fábrica’ y un tercer tipo de vehículos subgestionados o asesorados por terceros.
Pero el acuerdo de venta con Novo Banco no incluía ningún tipo de exclusividad, ni de que los banqueros y agentes asociados a esas familias inversoras se mantengan en la entidad -aunque las sicav o los fondos son de la gestora, los banqueros son del banco y su posible marcha podría provocar una fuga de patrimonios a otra gestora- ni de que los fondos más generalistas se tengan que seguir vendiendo en la red del banco. Además, los vehículos familiares, sobre todo las sicav, tienen pactados precios de gestión muy contenidos porque los clientes suelen tener con el banco otras partidas, como financiación para fusiones o adquisiciones empresariales, inmobiliario o créditos lombardos.