Madrid, 30 ago (.).- Los alojamientos extrahoteleros de España vieron caer un 2,2 % las pernoctaciones en julio -mes en el que apartamentos y cámpines elevaron sus precios cerca de un 7 % interanual-, aunque en lo que va de año las noches contratadas en este tipo de establecimientos turísticos aún superan en un 6,3 % el nivel previo a la pandemia.
Según los datos difundidos este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el descenso de las noches consumidas en julio en apartamentos, albergues, cámpines y establecimientos rurales se debió principalmente a la caída de la demanda de los turistas residentes en España, que fue un 3,9 % inferior a la de un año antes, mientras que la de no residentes descendió un 0,4 %.
En números absolutos, 4,74 millones de viajeros (2,75 de ellos residentes en España y 1,27 en otros países europeos) pasaron 21,36 millones de noches en alojamientos no hoteleros del país. La estancia media fue de 4,5 noches por viajero.
En cualquier caso, durante los siete primeros meses de 2023 las pernoctaciones han sido un 5,6 % superiores a las del mismo periodo del año anterior. Además, superan en un 6,3 % a las de los siete primeros meses del año 2019, antes de que estallara la pandemia.
APARTAMENTOS Y CÁMPINES SON HASTA UN 7% MÁS CAROS
Lo que sí que se incrementó con fuerza en julio fueron los precios: los apartamentos se encarecieron un 6,8 %, los cámpines un 7,4 % y los alojamientos rurales un 4,4 %. Estos establecimientos llevan meses incrementando los precios que se vieron forzados a reducir tras el estallido de la pandemia.
Respecto a los alojamientos rurales, los que más se encarecieron fueron los de Navarra, con un avance del 12,8 %, aunque también hay comunidades donde han descendido: Asturias, Canarias y Murcia.
CAE LA AFLUENCIA DE EXTRANJEROS A APARTAMENTOS TURÍSTICOS
En julio los alojamientos extrahoteleros que más vieron caer su clientela fueron los apartamentos, que se utilizaron un 5,1 % menos que en el mismo mes de 2022.
Quienes más renunciaron a los apartamentos en comparación con un año antes fueron los extranjeros (-6,7 %), que representan el 59,5 % del total, aunque los residentes en España también los eligieron menos este año como opción vacacional (-2,7 %).
La estancia media en este tipo de alojamientos también cayó (-3 %), hasta las 5,4 pernoctaciones, con lo que en total la ocupación quedó en el 48 % de las plazas ofertadas, un 6,8 % menos que un año antes.
Por origen, destaca la afluencia a apartamentos de británicos, que más que triplican a los franceses o alemanes, que son los siguientes extranjeros que más reservaron este tipo de alojamientos.
Por destinos, Canarias fue el preferido en apartamentos, con más de 2,1 millones de pernoctaciones y un descenso interanual del 5,1 %. Baleares logró la mayor ocupación (88,2 %). Por zonas turísticas, la Costa Blanca fue la ganadora, con más de 1,3 millones de pernoctaciones.
Los alojamientos de turismo rural también sufrieron un descenso en pernoctaciones (-3,6 %) en julio, lastrados por la caída de los nacionales (-8,8 %), mientras que las de no residentes crecieron un 10 %. La ocupación cayó un 5,6 % hasta el 31,3 % y el destino favorito fue Baleares.
SOLO LOS CÁMPINES Y ALBERGUES RESISTEN EN JULIO
Frente al descenso registrado en apartamentos y alojamientos rurales, se observa que los cámpines, que vivieron un gran momento tras el estallido de la pandemia, siguen mejorando sus cifras, con Cataluña como destino preferido y País Vasco liderando la ocupación.
Las pernoctaciones en cámpines registraron en julio un aumento del 0,8 % interanual, impulsadas por las de no residentes (6,1 %), frente las de los nacionales, que cayeron un 2,6 %. Sin embargo, la ocupación cayó un 0,6 % hasta el 51,2 % de las parcelas ofertadas.
El 41,1 % de las pernoctaciones en cámpines las realizaron viajeros no residentes. Países Bajos fue el principal mercado emisor, con el 29,9 % del total de las de no residentes, un 9 % más que en julio de 2022.
Los albergues también aumentaron sus números, con un avance del 1,8 % en pernoctaciones, que se han disparado un 26,2 % en el caso de los extranjeros. En cambio, las de residentes descendieron un 10,9 %. La ocupación cayó un 5,8 % hasta el 43 %.
(Infografía)