Núria Segura
Quito, 6 jul (EFE).- En un restaurante de la lluviosa Bélgica, uno puede deleitarse acompañando su café con chocolate, cuyo origen está a miles de kilómetros, en Ecuador, el máximo exportador del mundo del cacao fino y de aroma.
Gustavo García, Coordinador de Material Operativo de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad (Agrocalidad) del ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), explicó a Efe que el cacao fino y de aroma es "un producto símbolo del Ecuador", que se empezó a exportar en la época colonial.
García precisó que si bien en el mercado internacional del cacao la exportación ecuatoriana sólo representa un 4%, el país vende en grano el 62% del cacao fino y de aroma del planeta, que otros países transforman en chocolates irresistibles.
En 2011, exportó más de 125.000 toneladas de ese tipo de cacao, conocido en Ecuador como "nacional", dijo.
El funcionario explicó que el cacao ecuatoriano es único en el mundo, pues pese a que se han llevado muestras a otros países los resultados tanto en aroma y sabor no han sido los mismos.
Según García, eso se debe a una conjugación entre el tipo de planta del país, el suelo y el clima.
Por la nación andina pasa la línea del ecuador, que le da nombre, y además tiene una meteorología especial marcada por su situación geográfica, ya que en un espacio muy reducido cuenta con los ecosistemas de la Amazonía, la sierra andina y la costa del Pacífico.
Otro tipo de cacao cultivado en Ecuador es una especie creada en su propio territorio, el CCN51, que el agrónomo Homero Castro obtuvo en 1965 a partir del cruce de otras variedades, según la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao).
Esa especie crece con más rapidez y es más resistente a plagas, explicó García.
Pese a ello, tanto Anecacao como García coincidieron en que el CCN51 no representa una amenaza para la producción del cacao fino y de aroma, porque sus características son muy diferentes y sus nichos de mercado también.
Las pepitas son distintas, pues mientras las de CCN51 tienen forma de elipse, las otras son como una gota de agua.
No obstante, la divergencia más grande, según García, es que el sabor y el aroma del "nacional" son únicos, mientras que el CCN51 es una especie más áspera y grasienta, por lo que se utiliza para hacer manteca o hasta para maquillaje.
García especificó que en 2011 Ecuador exportó alrededor de 200.000 toneladas de cacao, de las cuales 125.000 fueron de la variedad fina y de aroma, 37.000 del CCN51 y el resto de productos elaborados, como cacao en polvo, licores o tartas.
El cacao nacional se exporta principalmente a Europa, Estados Unidos y Japón, mientras que el CCN51 va en su mayoría a Latinoamérica.
El cacao se cultiva, básicamente, en la zona costera y en la Amazonía, representa aproximadamente el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador y beneficia especialmente al pequeño y mediano agricultor, señaló García.
"Tenemos casi 500.000 hectáreas de cacao, que están en manos de alrededor de 110.000 productores y no de grandes productores, sino de parcelas pequeñas a veces no mayores de 5 hectáreas", relató.
El Gobierno de Ecuador intenta relanzar el cacao fino y de aroma a nivel mundial y por ello ha aumentado la supervisión de su pureza a través de Agrocalidad.
García señaló que esa entidad desarrolla "un proyecto de trazabilidad de la cadena productiva del cacao", de forma que si hay una falla se pueda rastrear dónde se originó, si en la finca, la bodega de almacenamiento o la empresa exportadora.
Con ello, Ecuador busca que el mundo reconozca la calidad de su cacao, que según los campesinos "llora" cuando fermenta, pues desprende un líquido rojo.
Mientras que para unos el cacao llora, para otros alegra sus paladares. EFE