Bruselas, 11 oct (.).- La Comisión Europea ve en la llegada legal de inmigrantes y las ayudas a la conciliación familiar un antídoto frente al descenso y el envejecimiento de la población en la Unión Europea, que minan su competitividad económica y pesan sobre las finanzas públicas de los países.
Estas son dos de las líneas de actuación que Bruselas propuso este miércoles a los Estados miembro para que afronten el reto demográfico, junto a políticas para fomentar la inserción laboral y el acceso a la vivienda de los más jóvenes, así como para la recualificación profesional y el cuidado de las personas mayores.
La vicepresidenta de la Comisión Europea para Demografía y Democracia, Dubravca Suica, presentó en rueda de prensa una iniciativa no vinculante que recoge las herramientas con que cuentan los países para evitar que la demografía europea se convierta en "obstáculo" para la competitividad y el crecimiento de su economía, tal como habían solicitado los líderes de la UE en su cumbre de junio.
El descenso de la natalidad y el rápido envejecimiento de la población en los Veintisiete hacen prever una caída de la población en edad laboral (en 57,4 millones de personas hasta final de siglo) que, de no abordarse, podría exacerbar la escasez de trabajadores en ciertos sectores ya en niveles récord.
Una sociedad más longeva plantea además un "reto" a la hora de seguir aumentando la productividad y la competitividad de la economía europea y supone una carga adicional para los presupuestos estatales, en particular por el incremento del gasto en sanidad y pensiones, que pasará del 24,6 % del PIB en 2019 al 27 % en 2040, según cálculos de la Comisión.
Para paliar el efecto de este cambio demográfico, Bruselas plantea hacer un uso de la "migración legal gestionada" para atraer trabajadores a los puestos que las empresas no logran cubrir. En 2022, recuerdan, el 74 % de las pymes tuvo problemas para encontrar trabajadores cualificados.
Mejorar la inclusión laborar, la cualificación de los empleados o las condiciones en ciertos sectores "no será suficiente para cubrir las necesidades" en ciertas ocupaciones, señala Comisión, que insta por ello a potenciar las vías de migración legal hacia la UE con esquemas que beneficien también a los países de origen, como las "Asociaciones de Talento" que ya tiene con Marruecos, Túnez, Egipto, Bangladesh y Pakistán.
Llama asimismo a facilitar el acceso de los inmigrantes al mercado laboral, ahora "complejo" y "costoso" para empresas y trabajadores, asegurando condiciones dignas, un reconocimiento rápido de las cualificaciones y apoyo lingüístico o administrativo.
"La migración es una de las varias opciones que tenemos a nuestra disposición, no es la única", dijo Suica, quien reconoció que en algunos Estados miembros hay un entorno "hostil" hacia la inmigración y subrayó que la mayoría de personas que llegan a la UE lo hacen de manera legal.
El año pasado, tres millones de personas llegaron de manera regular, frente a 300.000 que lo hicieron de modo ilegal, dijo.
Bruselas propone, por otro lado, facilitar ayudas a los padres para conciliar la vida familiar y laboral, en particular a las mujeres que son las que más se quedan fuera del mercado para proporcionar cuidados (7,7 millones, frente a 450.000 hombres), asegurando acceso asequible a guarderías u horarios laborales flexibles, por ejemplo.
Plantean también beneficios fiscales y ayudas por hijo, aunque señalan que estas deben ser diseñadas de modo que no desincentiven que la mujer entre al mercado laboral.
Para adaptarse a un sociedad más longeva, la Comisión recomienda potenciar que se adquieran planes de pensiones complementarios a los públicos, invertir en salud y cuidados a largo plazo, así como dar opciones de recualificación a quienes deseen seguir trabajando más tiempo.
"No es el tamaño de la población lo que cuenta, sino lo que hacemos con ella, cómo aprovechamos el capital humano", sentenció la vicepresidenta comunitaria.