Por Karl Plume y Rod Nickel
CHICAGO, EEUU, 14 jun (Reuters) - El plan de Bunge para comprar Viterra convertiría a la mayor procesadora de semillas oleaginosas del mundo en una empresa aún más dominante y le aseguraría un lugar más importante en la industria en auge del combustible renovable, pero podría enfrentarse a obstáculos de competencia.
Según el trato, que creará un gigante agrícola valorado en unos 34.000 millones de dólares, incluida la deuda, la capacidad de trituración de Bunge aumentará en casi un tercio, a 75 millones de toneladas métricas anuales, con la incorporación de plantas en Europa, Canadá y Argentina.
La operación permitiría a la empresa combinada aprovechar mejor que sus rivales el previsible aumento de la demanda por aceite de soja y de colza para producir biocombustibles en los próximos años, pero la mayor consolidación en el sector deja a los agricultores con menos compradores para sus cosechas.
Aunque su negocio de comercialización de grano es menor que el de sus rivales Cargill y ADM, la empresa estadounidense Bunge es ya la mayor procesadora de semillas oleaginosas y la más grande productora de aceite vegetal del mundo.
Los aceites, que obtiene principalmente a partir de soja y colza, están experimentando una creciente demanda para su uso en combustible renovable con bajas emisiones de carbono por parte de las refinerías.
"Esto acelera realmente la plataforma estratégica de crecimiento que hemos establecido", dijo el martes en una entrevista Greg Heckman, presidente ejecutivo de Bunge.
En los dos últimos años, Bunge se ha asociado con la petrolera Chevron (NYSE:CVX) para triturar semillas oleaginosas destinadas a la producción de diésel renovable y con el fabricante de semillas Corteva para adaptar los cultivos a las materias primas de los biocombustibles. Su inversión en la nueva empresa Covercress da a Bunge acceso a futuros suministros de una nueva semilla oleaginosa de baja intensidad de carbono.
"(La compra de Viterra) nos permite cubrir algunas de las áreas en las que necesitábamos un origen adicional, en las que necesitábamos estar más cerca del agricultor para impulsar la agricultura regenerativa y las prácticas sostenibles", afirmó Heckman.
Según los analistas, la amplia red de terminales de transporte de grano y elevadores rurales de Viterra, especialmente en las regiones productoras de semillas oleaginosas de Norteamérica, Argentina y Europa, complementaría el actual negocio de procesamiento de semillas oleaginosas de Bunge.
En Estados Unidos, el acuerdo supone un cambio de rumbo después de que Bunge vendió 35 elevadores de grano en 2021, argumentando que dejaban pocas ganancias. Los elevadores de Viterra tienen mejores ubicaciones en la red de Bunge, dijo Heckman.
La red de Viterra ayudaría a las plantas de procesamiento de Bunge tanto comprando semillas oleaginosas de los agricultores como enviando productos como harina de ganado, dijeron los analistas.
"La escala es clave en este negocio, y cuantos más puntos poseas a lo largo de la cadena de valor, más oportunidades tendrás", dijo Ben Bienvenu, analista de Stephens.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos señaló en febrero que la producción anual de gasóleo renovable en el país podría más que duplicarse de aquí a 2025, impulsada en parte por las desgravaciones fiscales a los combustibles renovables previstas en la Ley de Reducción de la Inflación del presidente Joe Biden.
Si bien algunos promotores han cancelado o aplazado proyectos de diésel renovable debido al aumento de los costos, la demanda a largo plazo de carburantes con una combustión más limpia sigue siendo atractiva, un factor que probablemente convenció a Bunge para reforzar sus operaciones de molienda, dijo Tore Alden, analista agrícola senior de Fastmarkets, una agencia de información de precios.
"Creo que es premonitorio", afirmó. "(Bunge) está adoptando la visión a largo plazo de que el diésel renovable puede seguir creciendo más allá del aumento fervoroso inicial de la capacidad".
Según Matthew Blair, analista de TPH&Co, el aceite de soja representa el 28% de la materia prima usada para fabricar diésel renovable y el 60% de la del biodiésel, un biocombustible que se mezcla con el gasóleo de petróleo.
Según los analistas, las actividades de molienda de Viterra podrían verse sometidas a escrutinio normativo en Canadá y Argentina, así como en otros países. Ambas tienen plantas de trituración de colza en el este y el oeste de Canadá, incluidas instalaciones en el sur de Manitoba.
El regulador antimonopolio de Canadá revisará la fusión prevista, dijo un portavoz. La oficina de defensa de la competencia de Argentina aún no ha recibido notificación formal de la fusión, según una fuente gubernamental.
Un portavoz de la Comisión Europea también dijo que la operación no se había notificado formalmente. La Comisión Australiana de la Competencia y los Consumidores declaró que estaba al corriente del proyecto de fusión y seguía de cerca la evolución de los acontecimientos.
(Reporte de Rod Nickel en Winnipeg y Karl Plume in Chicago; reporte adicional de Divya Rajagopal en Toronto, Julie Payne en Bruselas y Lewis Jackson en Sídney; Editado en español por Javier López de Lérida)