Pekín, 17 dic (.).- El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, pidió hoy a la Unión Europea (UE) una relación "más sana y estable" en un momento de fricciones entre ambas partes después de que Bruselas impusiera aranceles adicionales a los vehículos eléctricos importados desde el país asiático.
"Europa es muy importante para la diplomacia china. Una relación China-UE más sana y estable está en línea con los intereses fundamentales de ambas partes, y es lo que espera el mundo", aseguró Wang en un discurso en el Simposio sobre la Situación Internacional y las Relaciones Exteriores de China celebrado en Pekín.
El canciller recordó el viaje que realizó el líder chino, Xi Jinping, a Europa este año, donde visitó Francia y Hungría, o "los intercambios estratégicos que mantuvo con líderes de países como Alemania, el Reino Unido, España e Italia".
"En encuentros bilaterales y multilaterales, se instó a la UE a que considere la relación desde una perspectiva estratégica y de largo plazo", señaló Wang.
También dijo que la UE debe "fortalecer el diálogo y la cooperación, y beneficiar a China, Europa y el mundo".
"Estamos dispuestos a manejar adecuadamente las diferencias con la UE, buscar soluciones, mantener conjuntamente el libre comercio y defender conjuntamente el multilateralismo", agregó.
En los últimos meses, China ha pedido resolver las disputas comerciales que mantiene con la UE "mediante el diálogo y la consulta".
La UE impuso este año aranceles adicionales de hasta el 35,3 % sobre vehículos eléctricos importados desde China.
El bloque dio este paso porque consideró que, pese a la división que genera entre los Veintisiete, recibió el apoyo suficiente en la votación que los gobiernos de la UE celebraron en octubre: cinco países se opusieron a la aplicación de los aranceles (entre ellos, Alemania), diez los apoyaron y doce se abstuvieron.
Por su parte, Pekín ha respondido con investigaciones e impuesto medidas provisionales 'antidumping' sobre productos como el brandy europeo, además de analizar importaciones procedentes de la UE como los lácteos y la carne de cerdo; esta última afecta especialmente a España, ya que es el principal suministrador porcino de China a nivel mundial.
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