Burgos, 17 jul (.).- La decisión de cerrar la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) se tomó de manera "precipitada e inadecuada" y sin que haya contado con un plan de transición justa específico para la zona de influencia, ha señalado la Junta de Castilla y León ante la autorización del desmantelamiento la nuclear burgalesa.
"Es una decisión administrativa", han indicado a EFE fuentes del Gobierno autonómico, una vez se ha publicado en el BOE la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para iniciar el desmantelamiento de Garoña y el traspaso de la titularidad de Nuclenor a la empresa pública Enresa.
La Junta "ya trasladó en su momento que no estaba de acuerdo con el cierre de Garoña", han recordado, ante una decisión que era "empresarial y política", pues la tomaron las empresas propietarias pero en un contexto político concreto.
"Fue una decisión precipitada porque se perdió empleo y capacidad de generación eléctrica", han insistido.
Y también "inadecuada" pues coincidió en el tiempo con el cierre de las cuatro centrales términas de Castilla y León: Anllares, Compostilla, Velilla y La Robla, lo que afectó aL liderazgo regional en produción energética.
A partir de ahí, la Junta ha recriminado al Gobierno central que no se haya implementado un plan de transición justa específico para Garoña como los que sí se han puesto en marcha para las zonas mineras de Palencia y León.
Ha sido una de las peticiones más reiteradas del Gobierno regional, han recordado, pero la solicitud nunca ha sido atendida pese a que el entorno de Garoña requiere de esa alternativa a la actividad económica que suponía la central.
Ha habido planes de fomento específicos para Miranda de Ebro, e inversiones de la Junta, han insistido, pero no el plan de transición justa del que sí han disfrutado otras zonas de Castilla y León.
pcr.