Ginebra, 26 nov (EFE).- El mayor exportador de mercancías del mundo, China, rechazó hoy drásticamente la propuesta brasileña de poder imponer medidas comerciales para enfrentar los desequilibrios cambiarios.
Pekín fue el primero y el más claro opositor a una propuesta que también rechazaron claramente Chile y Suiza, entre otros miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que hoy debatieron por cuarta vez sobre la influencia que la fluctuación cambiaria tiene en los intercambios comerciales de un país.
En la reunión de hoy del Grupo de Trabajo sobre Comercio, Deuda y Finanzas de la OMC se discutió el documento "Desalineamientos Cambiarios y Remedios comerciales: una nota conceptual de Brasil", en el que se denuncia que la devaluación artificial de divisas como el dólar, el euro o el yuan provocan la valorización de la moneda brasileña, el real, y por tanto perjudican sus exportaciones.
"Brasil no es la única víctima de la volatilidad de las monedas", sentenció China en su intervención, admitiendo el problema, pero rechazando de plano que éste deba resolverse en el marco de la OMC.
"La OMC no es el foro correcto para discutir de estos temas", afirmó Pekín, para agregar:
"Además, sería aún más erróneo intentar arreglarlo aplicando medidas comerciales. Aplicar medias comerciales, entiéndase un aumento de los aranceles o la imposición de medidas de compensación, no tendría ningún efecto positivo y sería un problema para varias normas básicas de la OMC".
Brasil había aclarado previamente que no estaba proponiendo ninguna receta para crear el mecanismo que permita establecer cuándo un país podría adoptar medidas arancelarias a causa del impacto de los desequilibrios cambiarios, sino que sólo pretendía incluir la discusión en la agenda del organismo que rige el comercio mundial.
No obstante, como con anterioridad Brasilia sí que había planteado la posibilidad de aplicar medidas compensatorias, varios de los intervinientes fueron traslúcidos.
"Suiza considera que las restricciones al comercio y las medidas compensatorias no son la adecuada respuesta a los problemas ligados a la volatilidad de los tipos de cambio", afirmó la Confederación Helvética.
"El tipo de medidas descritas en el documento podrían generar una volatilidad aún mayor en el tipo de cambio. Esto, en razón de posibles distorsiones en el equilibrio del mercado y un mayor grado de incertidumbre, todo lo cual sería percibido de manera negativa por los inversores extranjeros", concluyó Chile.
El debate se lanzó en abril de 2011 y se retomó en marzo de este año en un seminario a puerta cerrada celebrado en la OMC a petición de Brasil, en el que los países miembros llegaron a la conclusión de que esta organización no dispone de los mecanismos adecuados para hacer frente a las oscilaciones y desalineamientos de las divisas.
No obstante, en el encuentro de marzo se accedió a realizar otra reunión para tratar del tema, lo mismo que sucedió hoy, dado que el plenario no se opuso a convocar otro encuentro el próximo año para tratar el tema "de forma académica".
Precisamente, como la mayoría de los detractores de la propuesta brasileña reiteraron hoy que el foro que debe lidiar con el problema de las consecuencias de la volatilidad del cambio es el Fondo Monetario Internacional (FMI), se decidió invitar a esta institución a participar en la reunión del año próximo. EFE