Por Imani Moise
18 mar (Reuters) - Con la ciudad de Nueva York a punto de seguir a San Francisco en la orden de "quedarse en casa" por temor a la propagación del coronavirus, aumenta la ansiedad dentro de los principales bancos de EEUU sobre las diferentes políticas de teletrabajo.
Wells Fargo (NYSE:WFC) & Co se sumó el martes a otros bancos al implementar el teletrabajo en respuesta al brote de coronavirus, pero solo para los empleados que no interactúan con clientes y pueden trabajar de manera remota de efectiva.
Los empleados de sucursales, centros de atención al cliente y de operaciones y sus gerentes se encuentran entre los que se consideran esenciales y continuarán trabajando en las oficinas, según un comunicado de Wells Fargo al que tuvo acceso Reuters.
Las empresas estadounidenses están bajo una presión creciente para permitir que los empleados trabajen desde sus casa como parte de los esfuerzos de los Gobiernos federales y locales para contener la propagación del virus. Ciudades de todo el país, incluidas Nueva York y San Francisco, donde tiene su sede Wells Fargo, ya han cerrado bares y otros espacios de aglomeraciones a medida que se propaga la pandemia.
Sin embargo, dado que los servicios financieros no son considerados una industria de infraestructura crítica por el Departamento de Seguridad Nacional, muchos banqueros aún trabajan desde la oficina. Eso ha causado inquietud entre los empleados del banco, desde los banqueros de inversión hasta los cajeros, ya que ven cómo la actividad echa el cierre a su alrededor.
Algunos han ignorado la recomendación de los directivos de presentarse en las oficinas, alegando que pueden hacer todo lo necesario desde casa.
Wells Fargo, con sede en Nueva York, dijo a los empleados informalmente que podrían trabajar desde casa si se sentían incómodos la semana pasada, dijo una segunda fuente.
La mayoría de las firmas de Wall Street, incluidas Goldman Sachs Group Inc (NYSE:GS) y Citigroup Inc (NYSE:C), han optado por rotaciones en las que los equipos se dividen en grupos repartidos entre sus casas y la oficina.
Pero los ánimos están agitados entre algunos empleados que todavía están anclados a sus puestos de trabajo, y algunos bancos han abandonado rápidamente la estructura a medida que el brote se hacía más grave.
Los obstáculos tecnológicos, como no tener suficientes ordenadores portátiles, también están causando cierta tensión, impidiendo que algunos empleados trabajen de forma remota, según fuentes dentro de Wells Fargo. El banco, que tiene aproximadamente 260.000 empleados, la plantilla bancaria más grande de EEUU, también está tratando de aumentar el ancho de banda de su red para dar abasto a más empleados que trabajan desde casa, según un segundo documento interno firmado por el director de operaciones Scott Powell.
Los bancos han tomado una serie de medidas para que sus empleados se sientan más seguros al entrar a la oficina, incluido el aumento de los suministros de limpieza disponibles para los trabajadores.
Un trabajador de Wells Fargo, que todavía trabaja en la oficina, dijo que faltaban toallitas Clorox (NYSE:CLX) y desinfectante para manos.
(editado por Edward Tobin; traducido por Michael Susin)