Eduardo Serra cree que si cerrara algún banco "no sería el fin del mundo"

Zaragoza, 23 may (EFE).- El exministro de Defensa Eduardo Serra ha afirmado hoy que los bancos, como cualquier empresa, deben ser rentables y si hay que cerrar alguno, salvaguardando los intereses de los depositantes, que se haga porque "no sería el fin del mundo", aunque espera que eso no suceda.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación en Zaragoza tras pronunciar una conferencia en torno a las claves para transformar España organizada por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón.

Serra, presidente en España de la fundación canadiense Everis, ha lamentado que la banca española haya perdido credibilidad y que haya que recurrir a la evaluación de dos consultoras externas para acreditar la fiabilidad de los números, pero si ha de ser así que vean que "no se pretende dar gato por liebre".

Además, ha opinado que sería un "desastre" que se rompiera el euro, que en el caso de Grecia es "microscópico" comparado con España, además de que los dos países no tienen nada que ver.

En el supuesto de que saliera el país heleno, quizá durante unos días los mercados se plantearan cuál sería el siguiente, pero esa duda sería muy pronto disipada porque España no saldría del euro, como tampoco lo haría Italia u otras grandes economías.

Para Serra, en el caso de que Grecia sí lo hiciera, aunque espera que no suceda, habría que crear "un cordón sanitario" para que fuera un caso único y "nadie pudiera considerar que era el primer paso que iba a ser seguido de otros".

Ha insistido en que es "imposible" que Italia y España juntas salgan del euro sin que se rompa la moneda única y por tanto, ni el euro se va a romper ni nuestro país va a ser expulsado, sino al contrario, pasará "esta agitación de ahora" y, con las reformas que se están haciendo, se puede empezar a pensar en una recuperación para dentro de unos pocos meses.

En ese aspecto, ha estimado que el sentido del "aluvión" de reformas que el Gobierno del PP aprueba en cada Consejo de Ministros es el "correcto" y la contestación social, como ayer contra los ajustes en la educación, es "recurrente" y normal en tiempos de reformas, y le preocupa más que la gente tenga "más miedo del necesario" porque no se ha puesto sobre la mesa que vaya a dejar de haber educación pública.

Para el exministro, los gobiernos se equivocan y aciertan, pero también hay gente que se dedica a poner "palos en las ruedas" para que las reformas no se hagan, por propios intereses. EFE