Tokio, 27 abr (.).- El Banco de Japón (BoJ) inició hoy su reunión mensual de política monetaria, la primera con Kazuo Ueda al frente de la entidad y en la que se analizará la continuidad de su amplia estrategia flexibilizadora, que incluye tipos ultrabajos.
La junta de política monetaria del banco central nipón decidirá entre este jueves y el viernes si mantiene su heterodoxo plan de estímulos, el único de este tipo entre las principales economías mundiales.
La mayoría de analistas espera que el BoJ dé continuidad a sus principales líneas de acción, y en esta misma dirección se ha pronunciado el nuevo gobernador de la entidad en varias intervenciones antes de presidir la primera junta sobre política monetaria.
"Por el momento, la tendencia de la inflación está por debajo del 2 %, así que debemos continuar con la flexibilización monetaria", dijo Ueda el pasado lunes durante una intervención ante el Parlamento de Japón.
El nuevo gobernador precisó que la entidad "deberá normalizar" su política de estímulos una vez se prevea una inflación superior al 2 %, y añadió que el BoJ "ya ha realizado muchas estimaciones sobre cómo podría afectar a sus finanzas y a los mercados" una eventual salida de su estrategia flexibilizadora.
El BoJ mantiene tipos de interés de referencia a corto plazo negativos (-0,1 %) y su objetivo de que los bonos a 10 años oscilen en torno al 0 %, aunque a finales del año pasado decidió conceder más margen al alza para la curva de rendimientos de estos activos, lo que fue interpretado por los mercados como un indicador de futuras subidas de tipos.
Tanto Ueda como su predecesor, Haruhiko Kuroda, han tratado de despejar esas expectativas al insistir en la necesidad de mantener los actuales estímulos dada la situación de la economía japonesa, y a pesar de la aceleración durante los últimos meses de la inflación debido sobre todo al encarecimiento global de la energía y las materias primas.
El índice de precios de consumo (IPC) en Japón alcanzó un 3,1 % el pasado marzo, pero el BoJ prevé que este indicador toque techo en los próximos meses y se ralentice hasta situarse por debajo del 2 %, el objetivo fijado por el banco central nipón, en el actual ejercicio fiscal.
El banco central nipón, además, tiene previsto publicar al término de la reunión su primera estimación de la inflación para el ejercicio 2025, lo que ofrecerá pistas sobre su rumbo a medio plazo.
Aunque no se esperan cambios significativos en el plan del BoJ, algunos expertos señalan que la entidad podría comenzar a dar pasos graduales hacia el ajuste monetario, por ejemplo, reduciendo a 5 años la madurez de los bonos estatales cubiertos por el control de rendimientos o ampliando la horquilla de estos últimos.
El analista de Goldman Sachs (NYSE:GS) Naohiko Baba ve más factible que el BoJ recurra a retoques sobre su política para los bonos o sobre sus medidas de liquidez para el sector privado -ampliadas durante la pandemia- antes que optar por un cambio de rumbo de más calado, como podría ser una subida de tipos.
Los mensajes enviados hasta ahora por el nuevo gobernador "parecen bastante cautos" y "reflejan en parte el estrés del sector bancario en Estados Unidos y Europa", lo que hace pensar en que la entidad "continuará con su actual programa flexibilizador, al menos por ahora", señaló Baba en un informe previo a la reunión.