Madrid, 9 oct (.).- El nuevo consejero delegado de Unicaja (BME:UNI), Isidro Rubiales, ha asegurado este lunes que tras su nombramiento y el de otros consejeros, la entidad malagueña estrena una nueva e "ilusionante" etapa, "más normal" y "menos mediática", después de las tensiones generadas por la fusión con Liberbank (BME:LBK).
Durante su participación en el XIV Encuentro del Sector Financiero, organizado por Expansión y KPMG, Rubiales ha explicado que estos últimos dos años han sido complicados, como suele ocurrir en todas las fusiones, pero que el banco va a aprovechar esta nueva etapa para poner en valor su "compromiso con sus accionistas".
También ha agradecido a la plantilla del banco su trabajo estos años, que ha permitido al equipo directivo centrarse en el negocio y en los clientes y a la entidad seguir funcionando, pese al "ruido mediático" que a veces "confunde" y no permite poner en valor todo el trabajo que hay detrás de una fusión.
En cuanto al crédito, ha considerado que la caída de la demanda que se está notando en empresas y particulares "irá a más" en la ultima parte del año y ha dicho que es lo normal cuando suben los tipos de interés para enfriar la economía y controlar la inflación.
La subida de los tipos de interés también ha hecho que quien ha podido haya adelantado la amortización de toda o parte de su hipoteca, con lo que la cartera ha caído porque no se ha compensado con nueva producción.
La entidad ha aprobado que unos 500 clientes con dificultades se acojan al Código de Buenas Prácticas, por importe de unos 30 millones de euros, al tiempo que también ha refinanciado en torno a 500 millones de euros en créditos, unas cifras que no son excesivas, ha dicho, gracias a que el empleo se sostiene.
Banco Sabadell (BME:SABE) ve estabilidad en el sector, no nuevas fusiones
Por su parte, el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, ha pronosticado que el sector financiero atravesará una etapa de gran estabilidad debido a la buena situación de las entidades en cuanto a liquidez y capital, por lo que no ve nuevas fusiones en el horizonte.
Tampoco la propia entidad tiene previsto realizar nuevas adquisiciones ni deshacerse de su filial británica TSB, a pesar de "los disgustos" que les ha dado en el pasado, ha explicado.
Asimismo, ha dicho que pese a que la demanda de crédito se ha restringido a consecuencia de la política monetaria del BCE, que busca reducir la inflación en la eurozona, no ven una caída brusca de la cartera crediticia, es decir, del "stock".
Existe una ralentización de la demanda (de crédito) en empresas y también en hipotecas, a consecuencia de la política monetaria, y al mismo tiempo se nota resiliencia en el consumo, ha dicho.
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